Talayuela, paradigma de convivencia multiétnica, se ha despertado en medio de un sueño con tintes de pesadilla. El 27% de los votantes han elegido 5 concejales de un partido que su misma designación representa todo lo que es y quiere ser: Iniciativa Habitable (IH). Estos ciudadanos apuestan por un Talayuela habitable, dando a entender que la mezcla de culturas de la actualidad no lo es. Parten de un axioma que niega la posibilidad de convivir en el mismo espacio territorial hombres y mujeres de culturas diferentes, de identidades dispares, de etnias alejadas de lo común visualizado como normal . Estos postulados no sólo muestran el cansancio de una parte de esta población, sino que se aferran a otros tiempos en el que se negaba precisamente esa misma posibilidad. El nazismo fue precisamente esa ideología sustentadora de la mitad de siglo en Europa y bien parece que aún no hemos aprendido después de 60 millones de muertos.

Condenando estos antecedentes hemos de explicarnos por qué ese 27% de votantes en Talayuela busca consuelo en esa pureza de costumbres y de sangre. No sólo es cuestión de condenar --que también--, tenemos la obligación de encontrar respuestas a este aparente sinsentido. Veamos.

Ya en 1991-2 aterrizaron varios miles de inmigrantes marroquíes llamados por el mercado del tabaco ante la ausencia de jornaleros locales y de comarcas vecinas. Estos inmigrantes fueron la salvación para el sector, que es lo mismo que decir que para buena parte de los talayuelanos, a tenor de que en el municipio --en esa época-- había algo más de mil agricultores de tabaco en plena revolución tecnológica al introducirse las variedades de tabaco Virginia. Ante esta mutua dependencia se forjaron los valores de aceptación y tolerancia hasta llegar a titular lo acontecido como el "milagro de la normalidad de Talayuela". La sociedad en su conjunto se hizo eco de esta experiencia multiétnica y normalizada premiando al pueblo entero por esta gesta sin igual.

Distintas investigaciones ponían de relieve que de cambiar esa variable sustentadora y estructural de la realidad económica el resto de variables de igual forma modificarían las relaciones de equilibrio entre las distintas culturas. Se ha producido el cambio, la incertidumbre y la progresiva disminución del cultivo del tabaco en la zona precipitan las relaciones normalizadas y las enfrentan a la confrontación, o cuanto menos al recelo y rechazo de esos otros diferentes que se colaron en la zona por único imperativo de la necesidad del mercado. Este futuro imaginario marca una tendencia hacia valores en defensa de lo propio, acentuando --ante el miedo-- actitudes de expulsión hacia los sobrantes. Este parece ser el mensaje en ausencia del alcalde de siempre. José Moreno canalizaba, con su liderazgo moral, la apuesta de valor en la igualdad de todos, su ausencia ha desatado la dinámica propia en situaciones como la que venimos relatando.

X¿COMO RESPONDERx ante la incertidumbre generadora de miedo hacia el futuro? ¿Cómo dar respuesta, desde los valores democráticos de tolerancia e igualdad, a esta situación de cambio de las estructuras productivas de la localidad? Una primera respuesta se dio por parte de los dos partidos mayoritarios de la región, el PSOE en primer lugar decidió no pactar con Iniciativa Habitable, posteriormente lo hizo el PP. En términos políticos la separación de aquellos que quieren transgredir el orden vigente es de calado con lógica suficiente, las instituciones básicas de poder en una democracia no pueden --ni de lejos-- legitimar de alguna forma respuestas en este sentido. Pero la respuesta tiene que continuar haciendo que las gentes de Talayuela no tengan por qué unir la incertidumbre al futuro con la expulsión de los inmigrantes. Se debe volver a generar tejido económico que necesite el trabajo de todos, y se debe apostar por mejorar los servicios públicos para que nadie de los ciudadanos que viven en Talayuela sienta que la llegada de otros merme su calidad en los servicios públicos a los que se sienten con derecho. El nuevo Gobierno regional tiene que ponerse como prioritarios estos objetivos.

Por otra parte demonizar a toda una población tampoco es la respuesta. Lo acontecido en esta contienda electoral no nos debe cambiar la imagen que de Talayuela tenemos. Debemos comprender el fenómeno en toda su extensión y abrir ese debate a la comprensión pero reforzando los valores que nos hacen grandes: el respeto a la vida, la apuesta por la igualdad humana y la creencia de que entre todos podemos generar una sociedad más rica y más humana. El futuro puede ser el lugar habitable para todos, depende de todos y cada uno de nosotros, no únicamente de las gentes de Talayuela. Ellos hoy tienen el reto de hacerlo posible y contarán con nosotros desde la firmeza de los valores que representamos, pero también desde la responsabilidad en buscar soluciones. Esperamos ser capaces de buscar respuestas desde la lógica humana a este escaparate de posibilidades que representan el reto del futuro y, en Talayuela, del presente.

*Profesor Titular de Antropología Social en la Uex, y autor de varios libros sobre la Inmigración en Talayuela. (Inmigración Marroquí en la zona de Talayuela (Cáceres) 1992-1996; y La vivienda de los inmigrantes temporeros en Extremadura (2000-2003. Ejemplarizando el materialismo cultural)