Muchas empresas y ciudadanos lo están pasando realmente mal durante estos momentos de crisis, situación que se ve agravada por la pasividad e impedimentos de las entidades bancarias a prestar dinero a las empresas y a los ciudadanos en estos momentos de necesidad.

Estas mismas entidades financieras, se benefician, pues es su trabajo, del dinero que los ciudadanos depositan en ellas, gestionándolo en ocasiones con un alto riesgo, condiciones de la que no suelen dar explicaciones previas a sus clientes: Es decir, un cliente deposita su dinero en un banco y lo normal es que no tenga acceso a ningún registro para comprobar la solvencia del banco antes de ingresar su dinero. En cambio, cuando un ciudadano va a solicitar un préstamo, en la mayoría de los casos es comprobado su historial financiero en toda serie de registros, empezando por el registro de morosos. Y es aquí donde radica la diferencia ¿Por qué los bancos pueden solicitar informes financieros de cualquier persona, y esta persona no puede acceder en igualdad de condiciones a informes de solvencia del banco?

Esta diferencia en el derecho a la accesibilidad a informes es la que tienen que eliminar las administraciones, facilitando la transparencia de los bancos a los clientes, y ahora más, que están trabajando con dinero público prestado por el Gobierno. Para ello sería deseable que las administraciones, las que fueren, creasen registros con el grado de solvencia de las entidades financieras que trabajan en el ámbito de sus competencias para que los clientes puedan estar informados de dónde van a dejar sus ahorros.

Joaquín León Cáceres **

Badajoz