Ante la negativa de las hermanitas de los pobres a ceder suelo del asilo para hacer el tramo central del bulevar de Cañada Real, la alcaldesa aprovechó ayer para explicar: "Podríamos abordarlo sin retranquearlo, pero debe haber un gesto por parte de las monjas de reconocimiento de que la ciudad lo necesita".

Elia Blanco reconoció que "esperábamos que nos hubieran vendido el espacio, pero no han querido", con el argumento --como publicó el PERIODICO el martes-- de que restaría espacio para el paseo de los ancianos. Ante esto y teniendo en cuenta la posibilidad de la expropiación, la alcaldesa no quiso adelantarse y prefirió ser cauta al señalar: "La expropiación es una herramienta que siempre tiene el ayuntamiento, pero no hay por qué llegar a ese punto, ya veremos cuál es el desenlace".

De momento, el ayuntamiento va a retomar la obra por la rotonda de los Alamitos, según Blanco porque "necesita un tratamiento mejor, hay cierta confusión", lo que dará al equipo de gobierno más tiempo para llegar a un acuerdo con las hermanitas del asilo, al tiempo que la alcaldesa confía en que "la solución sea que impere el sentido común y que los gestos y la generosidad sean en todos los sentidos".