La gastronomía acercó ayer a Extremadura y Portugal en Arroyo de la Luz. La primera muestra transfronteriza, organizada por el ayuntamiento de este municipio en colaboración con el portugués de Castelo de Vide, reunió a más de 700 personas y resultó un éxito de público a pesar de la lluvia caída durante la mañana.

El antiguo mercado de abastos de Arroyo, reconvertido ahora en territorio para los jóvenes, era un hervidero de público sólo media hora después de abrir sus puertas a la una de la tarde. La degustación de morcilla local, bacalao a la dorada, embutidos y dulces típicos hizo las delicias de los asistentes, que acabaron con los 70 kilos del producto por excelencia de Arroyo y las 500 raciones del típico plato portugués preparadas en el país vecino.

La jornada, que también contó con las actuaciones de grupos folclóricos de Arroyo y Castelo de Vide, se repetirá el próximo año en esta última localidad según anunció su teniente de alcalde, Antonio Pita. "Tenemos experiencia en este tipo de iniciativas con otras localidades extremeñas e instituciones", dijo. Asimismo, se mostró a favor de fomentar proyectos comunes "porque la gastronomía, la cultura y la amistad son los medios para consolidar las relaciones entre pueblos".

A pesar de ello, Pita indicó que la asignatura pendiente en la cooperación transfronteriza siguen siendo los niños. "Hay gente a ambos lados de la frontera con barreras psicológicas". La satisfacción también era evidente para el alcalde de Arroyo, Santos Jorna, que abogó porque la morcilla "sea cada vez más conocida en Extremadura y fuera de ella". Con este objetivo, el ayuntamiento llevará a cabo una campaña permanente para promocionar este producto y las coles con buche. "Hay más cosas que nos unen que las que no separan y la gastronomía es una de ellas", apuntó Jorna.