Después de un año y ocho meses del accidente aéreo del Yakolev-42, los restos mortales del cabo Feliciano Vegas recibieron en la tarde de ayer sepultura en el cementerio de Moraleja, su localidad natal.

Centenares de personas, entre familiares y amigos, asistieron a la oración que el párroco ofició a las puertas de la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad y, a pesar de las bajas temperaturas, los vecinos de Moraleja recorrieron junto a la familia el camino que separa la iglesia del camposanto, para dar el último adiós al cabo Vegas.

El momento más emotivo llegó al finalizar las exequias, cuando los familiares de Feliciano Vega depositaron, entre lágrimas y visiblemente emocionados, flores, recuerdos y una bandera española sobre el féretro antes de ser introducido en el nicho. "Gracias a todos por el apoyo que nos habéis dado en este tiempo, habéis sido el mejor techo que hemos tenido", afirmó, agradecida y emocionada, la hermana del cabo de Moraleja, Yolanda Vegas.

ERRORES Hasta el pasado 25 de noviembre, y debido a un error en la identificación de 21 de los 62 militares fallecidos en el accidente de Turquía, Feliciano Vegas estuvo enterrado en el cementerio de Javalí Viejo (Murcia). En su lugar, en Moraleja, se dio sepultura el 29 de mayo de 2003, a Joaquín Enrique Alvarez Vega, brigada del Ejército del Aire de Zaragoza y compañero de Feliciano.

Horas antes del funeral de Moraleja, los más allegados al cabo recibían sus restos mortales en el madrileño cementerio de La Almudena donde acompañados de los familiares de los otros veinte militares mal identificados, celebraron un funeral íntimo con la presencia del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Félix Sanz Roldán y dos directores del gabinete del ministro José Bono, quien días antes había declinado asistir para evitar que su presencia "pudiera interpretarse de manera torcida" y por el deseo de algunos familiares de mantener el funeral en un ámbito estrictamente privado, como ya publicó EL PERIODICO EXTREMADURA.

En el funeral de ayer de Moraleja, y en representación de la Junta de Extremadura, sí estuvo presente la consejera de Presidencia, Casilda Gutiérrez, además de la alcaldesa de la localidad, Teresa Roca, junto a varios concejales de la corporación.

En principio, el funeral estaba previsto la pasada semana, pero "una cuestión de índole estrictamente procesal" retrasó la entrega de los cuerpos a los familiares, según informó Angélica Gonzalo, secretaria de la asociación de víctimas. A pesar de que el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional notificó la posibilidad de recurrir las pruebas científicas realizadas, los familiares de los militares descartaron esta vía."Queremos fiarnos de las pruebas de la Audiencia Nacional, porque deseamos que esto pase cuanto antes", afirmó la viuda del cabo Feliciano Vegas, Eva Jiménez.