Vivas, aplausos y pétalos de rosa le lanzaron los caurienses a su patrona la Virgen de Argeme exhibiendo

la gran devoción que sienten por ella, ayer por la tarde, en su traslado desde el santuario en el que permanece todo el año hasta la localidad, donde estará hasta el 15 de mayo con la celebración de varios actos organizados por la Cofradía. Cientos de personas se congregaron sobre las cinco y media de la tarde frente a la ermita para ver salir a la imagen y sumarse a la procesión a pie de casi cinco kilómetros hasta Coria.

Para esta ocasión, la imagen vistió un manto que fue donado por Purificación Martín Parro en el año 1997 con tela de damasco beig, brocado y tejido en hilos de oro. Además, estrenó varios sombreros pequeños elaborados a bolillo por Transi Hernández, según explicó la Camarera Mayor, María José Sánchez Gandarias, que en su último año como camarera confesó sentirse especialmente emocionada. «Estos años de trabajo junto a la Virgen, son un recuerdo imborrable», comentó. La imagen también llevó ayer un vestido en dorado liso donado por Argeme González.

Tras ser recibida por el alcalde, demás autoridades locales y representantes del Cabildo, la imagen permanece en la iglesia de Santiago y el día 8 pasará a la parroquia de San Ignacio.