El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, tiene dos hijos, y eso se nota de forma especial en sus visitas a centros académicos. El pasado mes de septiembre, en Romangordo le pidió a una alumna que le regalase, a modo de recuerdo, un escrito que leyó en el acto inaugural de un colegio que llevaba 20 años cerrado. El pasado viernes hizo lo propio en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Augustóbriga de Navalmoral, al pedir un dibujo para colgarlo en su despacho oficial.

A Fernández Vara le llamó la atención el boceto, que representa la figura de un soldado americano que reposa malherido entre los brazos de la Estatua de la Libertad, que resultó ganador del primer premio de la tercera edición del concurso de dibujos por la paz. La presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), Pilar Gómez, cursó la invitación a Vara para que entregara los galardones.

"La paz es difícil de conseguir, no se compra, no tiene precio y se construye cada día", dijo el presidente a un auditorio de adolescentes a los que pidió que aprovechen el momento en que viven actualmente "porque no se vuelven a tener 12, 13, 14, 15 ó 16 años". Su discurso fue breve porque no era una lección magistral y además los chicos no cesaban de murmurar.

"No olvidéis que aquí no sólo se aprenden matemáticas o inglés, sino que os convertís en hombres y mujeres, en seres humanos", reflexionó ante los menores. Le acompañaban la consejera de Educación, Eva María Pérez, y la directora del centro, Gema Fernández.

"Hemos hecho cientos de dibujos para mejorar el mundo a favor de la convivencia y el respeto", dijo la directora, que agradeció el respaldo oficial.