Se le conoce también como Guijo quemao , pues el pueblo fue incendiado por los franceses obligando a sus habitantes a abandonarlo. Estos últimos volvieron después para reconstruirlo. Guijo de Galisteo es una pequeña localidad situada al norte de la provincia cacereña, a medio camino entre Plasencia y Coria, cercana a la comarca de Las Hurdes. Su término, de forma longitudinal, está bañado en un extremo por el río Alagón y por el Arroyo Grande, procedente de las estribaciones de la Sierra de Dios Padre. Se trata de tierras pardas meridionales donde abunda la pizarra, sus tierras de regadío acogen a los poblados de colonización de El Batán y Valrío. Su población es agrícola y ganadera, abundan los cultivos herbáceos y el olivar; en sus tierras de regadío se genera gran parte de la riqueza económica y el sustento de sus gentes. El resto del terreno se reparte entre prados y pastizales que soportan una importante cabaña ganadera.

De su historia hay que destacar la existencia de numerosos pozos que datan de época musulmana. Entre sus monumentos sobresale la iglesia parroquial de San Pedro, construida entre los siglos XVI y XVII en mampostería y refuerzos de granito, con cabecera recta. La nave se divide en cuatro tramos por arcos apuntados. Tiene dos portadas, una de medio punto y otra adintelada bajo pórtico situada en el lado oeste. Lo más destacable es la torre, de cuatro cuerpos y rematada en chapitel. La iglesia contiene un retablo mayor donde se sitúa la imagen de San Pedro y otro retablo lateral, fechado en el siglo XVIII, con las imágenes de San Ramón y San Saturnino.

Cuenta además con dos ermitas: la del Cristo de las Batallas y la de Nuestra Señora de los Antolines. El primero de estos santuarios es una pequeña edificación del XVI, de mampostería y granito, de cabecera recta, cubierta con bóveda de aristas y portada de medio punto rebajado.

Le ermita de Nuestra Señora de los Antolines, a unos seis kilómetros del pueblo, es un edificio muy pequeño de mampostería, con refuerzos de sillería. La nave se divide en tres tramos por arcos apuntados que se apoyan en pilares cuadrados. Su interior está presidido por un retablo barroco donde se encuentra la imagen de la Virgen de los Antolines, una pieza de madera policromada del siglo XIV que representa la imagen de una Virgen de pie, con el niño en la mano izquierda y una fruta en la derecha. Guijo de Galisteo ha tenido siempre mucha tradición folclórica con bailes y canciones que fueron recuperadas, hace unos años, por el grupo folclórico El Escaño, desaparecido ya, aunque en el recuerdo de todos.