Alma María Gómez Curiel es de Navalmoral, tiene 31 años, dos hijas y vive con sus padres porque "no tengo trabajo", explica, al tiempo que reclama "quiero que me dejen trabajar". Considera que se ha cometido una injusticia por un problema entre administraciones y que ella es la víctima. Por ese motivo asegura que "para hacer valer mis derechos llegaré a ponerme en huelga de hambre". Relata que mientras que el ayuntamiento de Navalmoral le exigía para optar a unos puestos de trabajo su vida laboral, desde la tesorería de la Seguridad Social le aseguraron que podría presentase con un certificado, puesto que no había tiempo para conseguir este trámite. A su juicio, el ayuntamiento, "me ha excluido" por no contar con toda la documentación y considera que "están vulnerando el derecho de un trabajador".

Así las cosas, en la mañana de ayer decidió sentarse en la puerta del ayuntamiento con una botella de agua y un cartel en el que cuenta su caso. Asegura que hoy iniciará una huelga de hambre. "No me da miedo porque el médico me ha dicho que sin comer puedo aguantar una semana".