Ha sido un rescate muy complicado, pero afortunadamente con final feliz". Así describía Juan Antonio Martín, jefe del Parque de Bomberos del Sepei de Coria, las complejas tareas que tuvieron que llevar a cabo el pasado miércoles para salvar la vida de un varón de 32 años, que quedó colgado desde una altura de 42 metros en la torre de elevación de agua que se encuentra junto a la presa de Portaje. El mayor enemigo fueron las fuertes rachas de viento unidas al intenso frío.

De hecho, ambas circunstancias ocasionaron que pasadas las doce del mediodía el operario se quedara paralizado por una hipotermia en manos y pies mientras realizaba trabajos en lo alto de la torre. La hipotermia, de la que ayer aún se recuperaba en el Hospital de Coria, según fuentes del Servicio Extremeño de Salud, le afectó en el momento en el que el trabajador, que permanece estable, se encontraba a unos 42 metros de altura.

Un compañero fue quien avisó a los servicios de emergencia. Hasta el lugar se trasladaron inmediatamente la Unidad Medicalizada del 112 con base en Coria y los bomberos. El rescate, según explicó el jefe de parque del Sepei, se llevó a cabo con una cuerda a través de la cual uno de los bomberos descendió desde la parte superior de la torre hasta llegar al operario. Una vez allí, lo ató a su cuerda y lo bajó hasta el suelo, tras unas dos horas.