"Es una sensación que no tiene precio". Así es como define Domingo Sánchez la experiencia de descender en piragua por el río Erjas el pasado domingo. Para este piragüista de Coria, esa sensación no es nueva, ya que cada año por estas fechas carga su piragua en el coche y se traslada hasta Zarza la Mayor para participar en el descenso en canoa de Termas de Monfortinho hasta Salvaterra Do Extremo, un recorrido de 14 kilómetros.

Domingo asegura que no se puede faltar a esta cita, "si te gusta la naturaleza, el agua y el deporte". Estas aficiones son las que comparte con los 189 participantes que este año han acudido a la cuarta edición del descenso, duplicando el número de piragüistas del 2006. "Cada año somos más conocidos, lo que incrementa no sólo el número de participantes, sino también el de público", comenta el alcalde, Juan Gregorio Montero, que también participa en el descenso.

Extremeños y foráneos

Los portugueses copan el mayor número de inscripciones en esta prueba, pero también se dan cita piragüistas de Alcántara, Badajoz, Moraleja y Coria. Además, este año el descenso por el río Erjas también ha atraído a participantes de Madrid y Salamanca.

"La magnífica organización es una parte del éxito de esta actividad", señala el alcalde de Zarza la Mayor, por lo que no quiso pasar la oportunidad para agradecer la labor de los trabajadores municipales, así como de Cruz Roja y de los especialistas en actividades subacuáticas de la Guardia Civil, una presencia más protocolaria que necesaria hasta ahora, ya que la actividad no ha registrado ningún percance en los cuatro años que lleva desarrollándose. Pero no se puede bajar la guardia, ya que puede sorprender alguna piedra en el punto más conflictivo del tramo, que se sitúa en el Molino de los Pajosos. Si eso sucede, "te vuelcas, te levantas, te ríes y a reiniciar el recorrido", apunta el alcalde.