Las empedradas calles de Valverde de la Vera serán testigo a partir de las 12:00 de esta próxima noche del escalofriante Vía Crucis de Los Empalaos. Se trata de una celebración religiosa, declarada de Interés Turístico nacional, en la que participarán alrededor de treinta penitentes, cuyo número a priori es imposible conocer, ya que la inmensa mayoría de quiénes se empalan por alguna manda o don recibido, mantienen en secreto su identidad.

Pese al anonimato que procuran guardar penitentes, esos eran los números que manejaba en la mañana de ayer para realizar los cálculos de participación el presidente de la cofradía de La Pasión de Jesucristo y Hermanos Empalaos, José Luis Casado García, con quién habló este diario.

Durante el recorrido los penitentes soportan un duro sacrificio al caminar descalzos, hasta pasar por las trece estaciones que configuran el citado vía crucis. Llevan el cuerpo cubierto con unas enaguas, mientras que una soga liada al torso acaba sujetando el madero que portan sobre los hombros, obligándoles a andar con los brazos en cruz.

Al mismo tiempo un número considerable de mujeres llevan a cabo el cumplimiento de sus mandas, vestidas de nazareno y portando una cruz de madera, de menor tamaño que el madero utilizado por los hombres.

Por otra parte el presidente de la Cofradía de la Pasión de Jesucristo y Hermanos Empalaos hizo un llamamiento a las personas que asistan esta noche al viacrucis, «para que guarden silencio y respeten el recogimiento de los penitentes», que cumplirán sus respectivas mandas a lo largo de la próxima madrugada, hasta poco antes de venir el alba.

En este sentido, Casado García, añadió que «procuren no disparar de frente muchos flases de las cámaras de fotos a la vez», con el fin de evitar que deslumbren a los penitentes, «aunque estos suelen caminar mirando hacia abajo, debido al recogimiento que llevan durante todo el trayecto».

Por último, como cada año serán varios los miles de turistas y visitantes que se acerquen en las próximas horas a Valverde de la Vera para presenciar el desfile procesional, que al parecer fue retratado por Francisco de Goya en el cuadro de Los Disciplinantes.