LA AUDIENCIA provincial de Barcelona ha confirmado la pena impuesta al sacerdote de Igualada Gregorio Salgado Jiménez, de 62 años, que en junio del 2000, en las dependencias de la iglesia donde era párroco, realizó tocamientos a una joven con síndrome de Down y después se masturbó. El religioso debe pagar, según consta en la sentencia conocida ayer. a la víctima una indemnización de 18.000 euros.