Las autoridades chinas han desahuciado de sus casas a más de 18.000 familias para dar cabida a la Expo 2010 de Shanghái, ha denunciado hoy Amnistía Internacional (AI).

Ciudad mejor, vida mejor es el eslógan del evento, pero, según AI, se trata de una frase "vacía" para las 18.000 familias que fueron desalojadas de sus hogares para poder emplazar la Expo.

Desde febrero, las autoridades chinas mantienen bajo vigilancia y han detenido a muchos de los activistas que han liderado las protestas por estos desahucios.

MEDIDAS DE SEGURIDAD

A partir de mañana, cuando tendrá lugar la apertura oficial del recinto tras la inauguración de hoy, las medidas de seguridad se incrementarán para impedir que los activistas acampen en el recinto, como medida de protesta, o transmitan lo ocurrido a los periodistas internacionales que han acudido a la ciudad para cubrir el evento.

Jin Yuehua, una de las activistas, ha explicado a AI cómo un policía y cuatro guardas de seguridad escoltan su casa desde hace meses, lo que le impide "salir a hacer la compra o quedar con amigos", ha declarado.

ACOSO Y MALTRATO

Jin es una de las afectadas del grupo de mujeres de entre 50 y 60 años que lideraron las protestas contra los desalojos y que sufrieron el maltrato y el acoso de las fuerzas de seguridad del país.

El sueño de Jin de enviar a su único hijo a la universidad se desvaneció cuando recibió una orden de desalojo del negocio que regentaba, una tienda de electrodomésticos de la que la echaron sin pasar a trámite su apelación.

BAJO ARRESTO DOMICILIARIO

Desde el 2004, Jin documentó desalojos en circunstancias similares en el área conocida como Minhang, donde hasta hace dos semanas había familias recibiendo órdenes de desahucio. Debido a su activismo, ha permanecido bajo arresto domiciliario y ha sido detenida en varias ocasiones.

La Expo 2010 es la feria más grande y cara de la historia y se espera que, hasta el 31 de octubre, unos 70 millones de personas visiten los expositores de los 189 países participantes.

TODO EMPEZÓ EN EL 2000

Para hacerla posible, los desalojos se comenzaron a generalizar en el 2000. A partir del 2005, la Oficina de Coordinación de la Expo de Shanghái empezó a realizar desalojos temporales --de seis meses, el tiempo que dura la feria-- que han afectado a casi 20.000 personas que vivían en el centro de la ciudad.

Shen Pelan, que ha sido detenida en un centenar de ocasiones desde el 2000, ha denunciado que al menos 3.000 familias han sido víctimas de las demoliciones del área de Minhang.

HOGARES POBRES

"Muchas de estas familias son tan pobres que no tienen donde ir. Algunas han optado por alquilar habitaciones que ni siquiera tienen baño. No puedo soportar que haya gente viviendo de esa manera sin protestar", ha dicho Shen.

AI ha pedido al Gobierno de China que libere a los activistas que permanecen en prisión y que cese en el hostigamiento del resto de afectados. La subdirectora de AI en Asia y el Pacífico, Roseann Rife, ha apuntado que los desalojos forzados afectan especialmente "a grupos marginales" y ha denunciado el "coste humano" de la situación.

"Las nuevas construcciones no podrán esconder la injusticia de los desahucios y el hostigamiento y el maltrato al que se han visto sometidos los activistas", ha afirmado Rife, que ha pedido a las autoridades chinas que alojen a los afectados y les compensen "adecuadamente para proteger sus derechos".