La turista española Ana María Ríos, que el lunes disfrutó de su primera noche en libertad tras pasar una semana en la cárcel de Cancún (México) acusada de posesión de material bélico, afirmó ayer que su "prioridad" es volver a su casa "en unos días". Un deseo que por ahora está lejos de realizarse, ya que la joven recién casada aún está imputada por un delito de tenencia de munición, por lo que está obligada a comparecer ante el juez todos los lunes, medida que podría prolongarse un año, según informó ayer el diario local Novedades.

Ríos, que no pierde la esperanza, aseguró ayer en una entrevista a Radio Galega que "el momento más duro" de esta "película de terror" lo vivió cuando le anunciaron que debía ingresar en prisión, el 10 de octubre, aunque recordó que recibió un "trato especial" en la enfermería de la cárcel y, pese a vivir una situación incómoda, se portaron muy bien con ella.

La joven peluquera insistió en no tener "ni idea" de quién le pudo introducir el material bélico en la maleta, y dijo: "Pudo haber sido cualquiera, no tenía candado".