La Guardia Civil trata de averiguar la identidad del joven portugués que murió la noche del domingo al lunes en Alcañiz al ser arrollado por un tren de feria, en el que trabajaba, según informó la Subdelegación del Gobierno.

El joven, según las fuentes, carecía de "todo tipo de documentación" y sólo se conoce que se llamaba Paulo, según los datos aportados por el propietario de la atracción, también portugués.

Según las declaraciones efectuadas a las autoridades por el propietario, la víctima era de origen portugués, tenía entre 17 y 20 años, y había llegado el día anterior de Tortosa (Tarragona) donde trabajaba en otra instalación ferial de este tipo. La atracción fue precintada por orden del juzgado de Alcañiz que investiga el accidente, que ha provocado consternación en esta ciudad de unos 15.000 habitantes.

El accidente ocurrió pasadas las 21.30 horas en Alcañiz, último día de las fiestas de la capital del Bajo Aragón. El joven portugués repartía globos entre los niños que estaban montados en el tren, que su propietario pretendía trasladar ayer a Nules (Castellón).