Pese al indiscutible trono de YouTube en el mercado de los vídeos en la red, hay un aspecto en el que se encuentra por detrás de sus competidores: la calidad de sus imágenes. Formatos como el DivX ofrecen mucho mayor definición, algo que quizá no sea vital en las secuencias de escaso minutaje, pero sí a la hora de ver películas o series.