Acostumbrada como estaba a llegar a las cumbres del clima con el sambenito de ser el farolillo rojo en el cumplimiento del protocolo de Kioto, España podrá presentarse en Copenhague con otro cartel mucho más halagüeño. Desde el año 2005 ha logrado reducir en 20 puntos el grado de incumplimiento de lo pactado en la ciudad japonesa, debido en parte a la crisis, pero también a una apuesta por las energías renovables. El pasado noviembre la energía eólica cubrió el 23% de la demanda eléctrica española, superando con creces la producción de la nuclear.

Esta será la primera vez que un presidente español asista a este encuentro. José Luis Rodríguez Zapatero aún no ha anunciado oficialmente su participación, pero en el Gobierno se da por seguro que asistirá a la cena de jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar la noche de día 17 y a la decisiva reunión final que al día siguiente debe dar el empujón definitivo a las negociaciones.