El cohete Ariane-5 despegó hoy de la base de Kurú, en la Guayana francesa, a las 01:05 hora local (04:05 GMT) para poner en órbita el carguero europeo "Julio Verne" destinado al aprovisionamiento de la Estación Espacial Internacional (ISS).

La lanzadera europea con el Vehículo Automático de Transporte (ATV, en sus siglas en inglés), del tamaño de un autobús de ocho metros y 20 toneladas de peso, deberá situar su carga en una órbita baja, a 260 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre.

Poco después del despegue comenzó una maniobra poco habitual, en particular por su duración de 66 minutos hasta la separación del Julio Verne. El Ariane-5 subió primero cinco segundos en vertical, antes de orientarse al noreste y mantener esa dirección para colocar el "Julio Verne" en órbita terrestre, a una velocidad de unos 7.600 metros por segundo.

El director general del consorcio europeo Arianespace, Jean-Yves Le Gall, había destacado que la de hoy era una misión preparada desde hace unos diez años, pero también totalmente nueva porque uno de sus cohetes nunca había tenido que poner en órbita una carga tan pesada, el doble de lo habitual.

Esas 20 toneladas en un ATV con forma de cilindro de 4,48 metros de diámetro y 7,79 de largo que ya en su órbita desplegará 22,3 metros de paneles solares en forma de aspa incluyen once toneladas de provisiones para la ISS. En concreto, agua (840 kilos), gases (nitrógeno, oxígeno, etcétera, 100 kilos), combustible (4 toneladas), alimentación y equipamientos diversos (5,5 toneladas).

El "Julio Verne" no se acoplará inmediatamente a la ISS, sino que por su novedad se han tomado una serie de precauciones y se realizarán una serie de pruebas de su funcionamiento. Será a comienzos de abril cuando se acoplará al módulo ruso de la ISS y los astronautas podrán entrar, transferir su carga, y utilizarla, en particular para elevar en una treintena de kilómetros la altitud y depositar en su interior sus residuos, que se desintegrarán después de que se saque la ATV de órbita.

Cuando las naves espaciales estadounidenses dejen de volar como está previsto en 2010, el peso del aprovisionamiento de la ISS recaerá prácticamente por entero sobre los ATV europeos hasta que la NASA pueda desarrollar su propio relevo, algo que no será posible hasta el horizonte de 2015.