Japón se ha paralizado este domingo, 11 de marzo, para conmemorar con un minuto de silencio a las víctimas del terremoto y devastador tsunami que hace un año arrasaron el noreste del país y causaron más de 19.000 muertos y desaparecidos y la peor crisis nuclear de los últimos 25 años.

A las 14.46 hora local (05.46 GMT), millones de japoneses recordaron en silencio a los fallecidos por la tragedia múltiple, mientras en varios municipios costeros de la zona nororiental, aún en plena reconstrucción, las alarmas volvieron a sonar como homenaje un año después del desastre.

En Tokio el minuto de silencio marcó el comienzo de un memorial al que ha asistido el emperador, Akihito, el primer ministro, Yoshihiko Noda, y los miembros de su Gabinete.

Apoyo a los afectados

Akihito ha pedido a los ciudadanos que mantengan su apoyo a los afectados por el tsunami que hace un año devastó el noreste del país y prosigan los "continuos esfuerzos" para mejorar la situación en las zonas afectadas.

En un memorial en Tokio en recuerdo de víctimas de la tragedia, el emperador, de 78 años y recientemente sometido a una operación de bypass"coronario, ha advertido de que todavía hay "obstáculos en el camino" para los afectados por el desastre.

"Deseo que todo el pueblo japonés esté con ellos", ha dicho el jefe del Estado, con traje de luto y acompañado por su esposa, la emperatriz Michiko, vestida a su vez con un kimono negro de luto.

En ciudades como Ishinomaki, en el devastado noreste nipón y donde murieron 3.735 residentes, los actos se celebraron en distintos puntos del municipio, incluido el puerto y un centro de convenciones donde se reunieron unas dos mil personas que rindieron homenaje a las víctimas del desastre.

Trabajadores de Tepco

Al minuto de silencio se unieron también trabajadores de Tepco, operadora de la maltrecha planta de Fukushima Daiichi, mientras los homenajes se repitieron en el resto de esa provincia, donde la crisis nuclear obligó a dejar sus casas a 160.000 personas, la mitad de ellas en la zona de exclusión alrededor de la central.

El 11 de marzo de 2011, un devastador terremoto de 9 grados Richter sacudió el noreste de Japón y provocó un tsunami de hasta 40 metros de altura en localidades como Rikuzentakata, en la provincia de Iwate, una de las más arrasadas.

En Fukushima, olas de hasta 15 metros golpearon la central de Daiichi y paralizaron su sistema de refrigeración, lo que desencadenó un accidente nuclear que, hasta hoy, mantiene evacuadas a 80.000 personas en un radio de 20 kilómetros en torno a la planta y otras tantas de zonas más alejadas.

Un año después, casi 335.000 personas permanecen en viviendas temporales, mientras continúan las labores de limpieza para retirar 6 millones de toneladas de escombros de los más de 22 millones que dejó el tsunami.