Poco a poco, día a día, los maniquís, tutelados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, están ganando peso. El departamento, dirigido desde hace pocos días por el científico Bernat Soria, quiere que estas figuras dejen de gozar de una cintura milimétrica y se asemejen más a la anatomía de los seres de carne y hueso. Que el objeto sea un reflejo fidedigno de la persona. En rigor, que pasen de tener la talla 36 a la 38. Parece que lo está consiguiendo. Varias grandes superficies, tras firmar un convenio a finales de enero con el ministerio con el que se pretende incentivar la "belleza saludable" y luchar contra la anorexia, ya están incorporando esas figuras de dimensiones algo más holgadas.

Este ensanchamiento del muñeco, que solo se aplica a los que vistan ropas de mujer, ya se puede ver, por ejemplo, en dos nuevos centros de El Corte Inglés --los de Getafe y Talavera de la Reina-- o en 53 tiendas de Cortefiel. Otros establecimientos se lo toman con más calma.

Así, Mango lleva a cabo estos días un examen exhaustivo de sus maniquís: los trabajadores de la cadena los miden y, después, jubilan a aquellos que son demasiado delgados. Inditex --dueño de Zara--, está encargando nuevos modelos de figuras que cumplan con la medida mínima, pues nada impide que sean de tallas superiores a la 38. Empezará a colocarlos tras sus vitrinas a partir de la próxima temporada.

Tampoco hay prisa. Ocurre que estas figuras no son baratas --su precio puede oscilar entre los 200 y los 2.000 euros--, por lo que Sanidad otorga a aquellas empresas que suscriben el convenio un plazo de cinco años para que sustituyan progresivamente sus maniquíes. Si no lo hacen en este tiempo, tendrán que abandonar el convenio.

LA 36 SERA HISTORIA Dado que más del 80% de la industria textil ya se ha adherido a este pacto, dentro de un lustro, en principio, las figuras de la talla 36, como los casetes o los cubos de Rubik, serán pasado. Para algunos fabricantes de estos muñecos ya lo eran. "Nuestros maniquís siempre han estado en las tallas que ahora estimula el ministerio de Sanidad", explicó ayer Alfredo Ferrer, gerente de Visual Shop, una de las empresas más importantes de este sector, con 25 años de experiencia.

Pero el acuerdo de Sanidad con la industria no se reduce a las dimensiones de las cinturas y caderas de los maniquís. También pretende la unificación de las medidas de la ropa. Es decir, que la 40 de las camisas, por poner un ejemplo, indique los mismos centímetros de largo, de ancho, de cuello y de brazos sea cual sea su fabricante.

Para conocer las medidas más frecuentes entre las españolas, el departamento llevará a cabo a partir del próximo 3 de septiembre un curioso experimento: durante cuatro meses, medirá los cuerpos de 10.415 mujeres españolas, de entre 12 y 70 años, elegidas de forma aleatoria.

Y puede haber otro fin a la vista: que las revistas enseñen cuerpos acordes con la anatomía de sus lectoras. "Ha habido conversaciones y yo estaría encantado de trabajar en esa línea", dijo.