El Gobierno aprobará mañana el anteproyecto, que se convertirá en proyecto de ley. Acto seguido, lo remitirá al Parlamento, donde será debatido y aprobado definitivamente. Si se cumplen los plazos, podría ser real en septiembre.

La única parte que se conoce es la que hace referencia al ámbito laboral, pero es más ambiciosa ya que su fin es la "eliminación de la discriminación a la mujer en la esfera política, civil, económica, social y cultural".