Un fuerte terremoto en Indonesia provocó una alerta que devolvió los fantasmas del tsunami. Millones de asiáticos pasaron las horas de ayer huyendo hacia zonas elevadas, soportando réplicas y esperando la temida pared de agua que no llegó. La zona es la misma en la que un tsunami causó en el 2004 más de 220.000 muertos.

El seísmo de 8,6 grados en la escala Richter se produjo a las 10.38 (hora española) a 30 kilómetros de profundidad y 500 kilómetros al suroeste de la provincia indonesia de Banda Aceh. El temblor se sintió en países tan alejados como Tailandia, India, Sri Lanka o Bangladesh, donde las calles de las principales ciudades sufrieron las aglomeraciones de la gente que huía de los edificios.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico dio la alarma a toda la costa del océano Indico y horas después informó de que el riesgo de una gran ola se había reducido.

La jornada terminó con pequeños tsunamis de olas de apenas 80 centímetros en las costas de Tailandia e Indonesia. La alerta se levantó entrada ya la noche en el sudeste asiático.

Una treintena de países fueron afectados por una segunda alerta tras una fuerte réplica, que también fue levantada posteriormente.

Los mayores temores se concentraron en Banda Aceh, que se quedó sin luz durante horas. Un local explicó a la agencia AP que había sentido seísmos más fuertes, pero no más largos: "Parecía que no iba a acabar nunca". Fueron unos cinco minutos, según cálculos de los afectados. El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, informó a última hora que no había daños ni víctimas mortales en el lugar.

CORRIMIENTO DE TIERRAS La ciudad está cerca del epicentro del terremoto que generó el tsunami de 2004. En esa provincia se registraron 170.000 muertos de los 220.000 de aquel desastre natural.

La alarma de tsunami sembró el miedo. Las informaciones de las agencias hablaban de miles de indonesios corriendo a las zonas elevadas en un caos de tráfico, otros rezando, enfermos de los hospitales en la calle aún con el gota a gota y niños llorando en las escuelas.

"La situación en Banda Aceh está bajo control, aunque hay algo de pánico", añadió Yudhoyono, quien ordenó el envío de un equipo de rescate a la región. La única víctima del terremoto registrada es un turista herido tras saltar de su habitación por el pánico generado por la alerta.

Un terremoto de 8,6 grados justifica el pánico. Los sismólogos explicaron después que el riesgo de este era mucho menor que el de 9,1 grados de 2004: el seísmo de ayer fue un corrimiento de tierras y no un violento terremoto como aquél.

En el primer caso, la tierra se desplaza de forma horizontal, de forma que la cantidad de agua desplazada es mucho menor que si lo hiciera de forma vertical y el riesgo de tsunami es mucho más reducido.