La Central Nuclear de Almaraz instalará en los próximos meses 20 torres de refrigeración para enfriar el agua que devuelve al río Tajo desde el embalse de Arrocampo. La planta tiene aprobada la ubicación y el proyecto, exigencia de la Confederación Hidrográfica del Tajo, pero aún espera las últimas autorizaciones administrativas.

La central nuclear utiliza el agua de Arrocampo para su refrigeración, es decir, para enfriar el circuito de vapor a partir del cual la instalación produce electricidad. La temperatura del agua al salir del edifico de turbinas es unos 10 grados mayor que al entrar. Luego realiza un recorrido de 25 kilómetros a lo largo de todo el embalse hasta que vuelve a utilizarse para la refrigeración. Este trayecto permite que el líquido elemento recupere poco a poco sus 25 grados de temperatura media.

El problema es que, en determinadas épocas del año --sobre todo verano--, el agua no se enfría lo suficiente y los hectómetros cúbicos que se devuelven al Tajo desde Arrocampo están varios grados por encima de la temperatura del río. "Eso origina un importante impacto ambiental, provocando la proliferación de determinadas especies de algas verdes e incrementando los procesos de eutrofización, que disminuyen la concentración de oxígeno en el agua afectando negativamente a la fauna y flora del Tajo", explican los ecologistas.

La CHT exige a Almaraz que la temperatura del agua devuelta al río desde Arrocampo esté por debajo de los 30 grados. Eso quedará garantizado con la instalación de estas 20 torres junto a los aliviaderos de la presa, según la dirección de la planta, que está a la espera de cumplimentar todo el proceso administrativo. Actualmente ya disponen del visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, que no ha estimado necesaria la Declaración de Impacto Ambiental --las torres se ubicarán fuera de la zona de protección de aves (ZEPA) y su impacto es limitado--, y la Junta. Entre otras cosas, esperan la resolución de la Dirección General del Agua.

Los responsables de Almaraz también se han comprometido a mejorar la recirculación del agua entre los embalses de Arrocampo y Torrejón; trasplantarán y restituirán las encinas afectadas por el proyecto, y soterrarán parte de la línea eléctrica que alimentará las nuevas torres de refrigeración.

La central nuclear además va a acometer, en la actual parada de la unidad I y la próxima del reactor II, mejoras en el sistema de refrigeración de las turbinas para compensar el aumento de potencia de la planta. Según explicaron responsables de Almaraz-Trillo y de Empresarios Agrupados en la reunión anual de la Sociedad Nuclear Española celebrada hace unos días en Sevilla, se sustituirán diversos enfriadores y se implantarán nuevos mecanismos de refrigeración en las turbinas.