Si alguien ha tenido su momento de gloria en la Junta esta semana es, además del presidente José Antonio Monago, el consejero de Economía, Antonio Fernández. La aprobación de los Presupuestos, después de seguir el azaroso itinerario propio de los gobiernos sin mayoría absoluta, lo tiene tan satisfecho que incluso sueña con que, a partir de ahora, pueda dedicar algunos ratitos a jugar al golf, del que es tan aficionado que, cuando habla de él, hasta se vuelve más intensa esa manera tan personal que tiene de expresarse, como quien ha hecho de la obstinación el motor que da vida a sus cuerdas vocales.

Antonio Fernández también se apasiona hablando de los Presupuestos, de los que dice, sencillamente, que son "los mejores de los últimos cinco años". Devoto confeso y sin fisuras del control del déficit, su discurso, para ser el del consejero de un gobierno, tiene un talón de Aquiles del que es seguramente consciente porque no hace nada por disimularlo: es más técnico que político; más académico que ideológico. Explica el Presupuesto como si fuera un edificio contable, con sus cimientos, sus muros de carga, sus voladizos, pero en el que apenas se aprecian moradores, gente para la que las cuentas públicas del Gobierno regional afectan directamente a sus vidas. Ese rastro de su experiencia docente se aprecia cuando habla, con claridad descarnada, de que no hay ninguna posibilidad de crear empleo este año. Uno le agradece la sinceridad, acostumbrado al tantas veces taimado lenguaje de los políticos, pero también le deja el ánimo a la intemperie, con una sensación de devastada orfandad, como si lo colocaran delante del infierno del Dante y lo obligaran a leer: "abandonad toda esperanza de que en el 2012 haya nuevos puestos de trabajo".

A pesar de no hacer concesiones a mensajes complacientes, este catedrático de Economía Financiera y Contabilidad afirma que no se ve extraño con el traje de político, pero al mismo tiempo se apresta a señalar, sin necesidad de que el periodista se lo pida, que no trabajará en esto más que esta legislatura, y que tampoco ha pensado en afiliarse al PP.

--El pasado miércoles nos dio un susto. Dijo que Extremadura podría ser intervenida por el Gobierno.

--De ninguna manera. Hay que desterrar esa idea. Fueron unas declaraciones en las que me refería a si Extremadura iba a tener que tomar algunas de las medidas que propuso el Gobierno en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado martes en orden a facilitar la liquidez. Mencioné la serie de razones por las cuales, teóricamente, el Gobierno dijo que se podía intervenir una comunidad autónoma, también, lógicamente, la extremeña. En esa reunión del consejo se vio que una de los problemas más extendidos entre las autonomías era de falta de liquidez, pero precisamente Extremadura está en una situación privilegiada, por lo tanto, de intervención, nada. Podemos estar tranquilos. Estamos entre las tres mejores comunidades en cuanto a liquidez.

--¡Hombre, una buena noticia!

-Sí, es una buena noticia, pero también digo que estamos empezando a entrar en dificultades y a medio plazo, con el 2012 que se nos avecina, podríamos tener problemas, aunque para eso están las soluciones que ha propuesto el gobierno en esa reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, como la posibilidad de líneas ICO o la de aumentar en cinco años el plazo para devolver lo que el Estado nos transfirió demás.

--Entonces, la situación que ha heredado este gobierno no era tan mala.

--No nos engañemos, sí era mala. Nosotros estamos en liquidez y deuda entre las mejores comunidades de España, pero es que en los últimos cuatro años nos hemos endeudado en 1.312 millones, y este año el déficit puede estar entre 700 y 1.000 millones. En los cinco años anteriores, entre 2003 y 2007, la deuda solo creció en tres millones. La deuda en Extremadura se encuentra ahora en una dinámica muy peligrosa.

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--Ha citado el Consejo de Política Fiscal, en que se acordó castigar a las comunidades si se pasan del déficit. ¿A un consejero de Economía de una autonomía como usted qué tal le sienta que el Estado le diga que lo quiere tutelar?

--Esa es una pregunta que no estamos en condiciones de hacernos y que si nos la hiciéramos significaría que no somos conscientes de lo que supone el problema del déficit. Si los ciudadanos nos metiéramos en la cabeza que controlar el déficit es condición sine qua non, necesaria, aunque no suficiente, para iniciar el despegue económico no estaríamos en este debate. Llenaríamos cinco páginas de su periódico hablando de lo pernicioso que es el déficit. Nuestra supervivencia depende de que seamos capaces de controlarlo. Es así de simple. En relación a su pregunta: no me siento tutelado porque es un deber que tengo que cumplir.

--¿Entonces le parecerá bien esa idea lanzada por el ministro de Hacienda de castigar penalmente al responsable político que se exceda en el gasto?

--Tengo una opinión sobre este tema, pero prefiero guardármela.

--No me diga eso. Es un asunto público, atañe a su competencia...

--No, no, no. Podría contestar, pero hasta ahora veo este asunto como una especulación, y prefiero no hacerlo.

--Pero la vicepresidenta Sáenz de Santamaría no lo ve como especulación. El presidente de la Junta tampoco. Incluso ha ido más allá. Quiere que se penalice con carácter retroactivo.

--Se lo he oído, y tiene sentido. No vamos a ser nosotros ahora los únicos paganos, pero me mantengo en lo dicho: de este asunto no hablo.

--Presupuestos. Supongo que sentirá mucho alivio después de haberlos sacado adelante.

--El alivio lo he tenido siempre. Desde el día en que entraron en la Asamblea. ¿Y sabe por qué? Porque son los mejores Presupuestos de los últimos cinco años, que yo he analizado en detalle, ojo. Máxime con los recursos con que contábamos.

--¿Por qué son los mejores Presupuestos?

--Porque son veraces. No hay, digamos, 'errores' del calibre de consignar 177 millones de la deuda histórica o 102 millones de los Fondos de Cooperación sin estar recogidos en los Presupuestos del Estado y, por tanto, sabiendo que no iban a llegar. Se previó un ingreso de 98 millones por venta de viviendas sociales, que la realidad ha dejado en 7. Pero no solo eso, no se consignaron 94 millones de seguros sociales de los funcionarios correspondientes al tercer cuatrimestre. Se hizo conscientemente porque primero se metió en una partida y después se cambió. Podría seguir. Eso se ha acabado. Le digo con toda solemnidad que en estos Presupuestos no hay ni un solo ingreso que no se ajuste a la verdad.

--Le preguntaba por qué son buenos estos Presupuestos. Lo que me está diciendo es por qué eran malos los anteriores.

--Hombre, que sean veraces no me parece mala virtud! Pero es que también hemos hecho encaje con los recursos. Teníamos para gastar 765 millones menos que el año anterior, lo cual, trasladado al Presupuesto suponía que teníamos que recortar un 15,5%. Hubiera sido una tragedia para Extremadura. Conseguimos rebajar el recorte al 10,6%, endeudándonos por el importe de las declaraciones negativas, pero como seguía siendo mucho pedimos permiso a Europa y al Gobierno de España para incurrir en un déficit del 1,3% con el fin de dejar el recorte en el 5,3% final. Solo mintiendo podríamos haber obtenido más ingresos de los que hemos obtenido. También hemos conseguido que la carga no recaiga en los servicios esenciales, de manera que los recortes principales han recaído en los departamentos económicos, vivienda, turismo, comercio... para no tocar los sociales. Ha habido recortes en todas las consejerías, pero insignificantes para los recursos de que disponíamos. Incluso, ha habido departamentos en que hemos bajado menos que el Gobierno anterior.

--Por su contundencia al decirlo me creo que está convencido de que son los mejores Presupuestos, pero usted mismo admitió que había habido errores de confección.

--Eso no es cierto.

--¿Cómo se interpretan los 22 millones que al principio faltaban a la Uex?

--En la vida se ha sacado más provecho a algo que no era ni cierto. Hemos dicho por activa y por pasiva que los fondos de la Universidad estaban en la propia consejería. Cada consejería repartió sus recursos y, sí, no estaban donde tenían que estar, pero nada más. Se pusieron en la partida correspondiente y se acabó el problema.

--Pero ha habido un recorte. Y en la Uex están que trinan.

--Sí, de un 1,8% porque el total de la partida destinada a la Uex es de unos 108 millones. Me duele mucho este asunto, mucho, porque ¿sabe cuánto se le recortó a la Uex el año pasado? Más de 5 millones. ¿Por qué el año pasado no importaron más de 5 millones de recorte y este importa tantísimo 1,8, tres veces menos? ¿A qué estamos jugando?

--¿Han estado jugando?

--Solo digo que ha habido dos varas de medir: con 5 millones menos, me callo; con 1,8 protesto en la calle. ¡Hombre!

--Dígame una cosa, señor Fernández, porque si no se lo pregunto reviento: ¿No hubo paripé el 15 de diciembre cuando Pedro Escobar salió a la tribuna de la Asamblea y dijo aquello de que podía retirar la enmienda a la totalidad y usted le contestó que, bueno, que aquella oferta tan importante tenía que ser contestada por alguien más arriba que usted, etcétera...? Aquello sonó a teatro.

--(Risas) Reconozco que me costó mucho. Estuve la noche antes con mi mujer en casa ensayando y ensayando, viendo lo que tenía que hacer al día siguiente... No era fácil.

--¿En serio?

--Hombre, no! ¡Es broma! Lo digo irónicamente. ¿Pero usted me cree a mí tan buen actor?

--Ha hablado de lo buenos que serán estos Presupuestos, pero no ha mencionado algo importante, si van a servir para paliar la situación que ahora sufren 134.000 extremeños. ¿Van a crear empleo?

--Quiero que se me entienda lo que digo: van a establecer las condiciones idóneas para que, cuando la economía española crezca en niveles superiores al 2% se pueda crear más empleo que con otros Presupuestos. Ni más ni menos. No nos engañemos: para crear empleo se necesita un crecimiento del PIB por encima del 2%. Sería un insensato si, para regalar el oído, dijera que con estos Presupuestos se va a crear empleo.

--¿Pero no sentiría un fracaso, incluso personal, si este año acaba con más de los 134.000 desempleados con que ha empezado?

--Me sentiría muy apenado, pero no fracasado, porque sabemos que 2012 será el peor año de los que hemos tenido hasta ahora. Los últimos datos del Fondo Monetario Internacional son tremendos. Dice que estaremos dos años en recesión. En esas condiciones es imposible crear empleo. Es que estamos en una crisis sin precedentes. Como ninguna de las conocidas desde 1929.

--Y en estas condiciones, cuando allegar un euro a las arcas extremeñas es tan importante, me dio la impresión de que estuvo tibio el otro día con el ministro de Hacienda. Se conformó con un vago "lo estudiaremos" cuando le habló del adelanto de los 100 millones de la deuda histórica. No hay calendario de conversaciones ni nada.

--¡Hombre, el Gobierno de España ha tomado posesión hace un mes! En este tiempo he visto a Cristóbal Montoro una vez. Esa vez le reclamo la deuda histórica y también el 1% de las inversiones adicionales. ¿Lo tengo que coger también del cuello nada más empezar a hablar? Vamos a dejar lo de cogerle del cuello para cuando se lo haya pedido más veces! Tenga en cuenta, además, que este asunto no era un contenido propio de ese órgano, y yo lo metí con calzador en el orden del día. Insistiré las veces que sea, lo digo con toda rotundidad, en reclamar la deuda histórica, pero no me pida que lo solucione de un día para otro.

--Es que en esta ocasión hay inversiones finalistas que dependen de que llegue ese dinero en el acompañamiento a los Presupuestos.

--Es verdad eso, pero no me obligue a recordar que la deuda histórica no es un asunto de hoy. Yo me he repasado las actas del Consejo de Política Fiscal y no he visto que el consejero anterior la reclamara ni una sola vez. Que se sepa, nunca lo hizo. Las cosas como son.