Los ciudadanos se sienten más inseguros y demandan más presencia policial en la calle. Esa es la principal conclusión teniendo en cuenta las opiniones recogidas por este periódico en las principales ciudades extremeñas. A la hora de buscar los motivos de esta mayor inseguridad ciudadana, las respuestas son variadas, pero hay coincidencias que apuntan a la masiva llegada de inmigrantes y a las cuestiones relacionadas con el tráfico y consumo de drogas.

Sin embargo, los delitos han existido siempre, aclaran los encuestados. Uno de ellos aún recuerda con indignación como, en época de Franco, "me quitaron en un solar que tenía las gallinas, pollos y borregos, en unos años en los que se daba leña".

Pero, no basta con poner más patrullas policiales, porque hay delincuentes que están más protegidos incluso que los agentes, comentan los ciudadanos. Las medidas deben contar también con el endurecimiento de las penas. Incluso, hay quienes piensan que hay que perder el miedo a denunciar y acudir a la policía cuando se es testigo de cualquier delito; en definitiva, más colaboración ciudadana con los propios agredidos para denunciar a los agresores.

Los encuestados apuntan a que nadie está libre de ser asaltado en la calle, pero señalan que los robos se centran más en las personas de mayor edad, con menos posibilidades de defenderse, aunque las mujeres, en general, suelen ser víctimas propicias para ser atracadas. Los robos y otros delitos a gran escala, son valorados en menor medida por los ciudadanos.

La situación no es alarmante, pero sí preocupante, aclaran. Pese a que no se encuentran más seguros, hoy volverán a salir a la calle porque, dicen, no les queda otra salida.