No ha habido una operación más compleja, enmarañada y polémica en Cáceres como la que está motivando la llegada del gigante de la distribución. Por un lado, lleva años desencadenando tormentas políticas en los ámbitos local y regional, e incluso entre miembros de los mismos partidos. Por otro, el proyecto se ha convertido en un auténtico sudoku urbanístico, incluyéndose en el plan urbano de tres formas distintas y tramitándose dos veces como modificación puntual. Este largo culebrón lleva años sacudiendo la política cacereña pero todavía no se ha resuelto, y ello pese a que todos los partidos y partes implicadas, salvo IU, están dispuestos a tender la alfombra roja a El Corte Inglés.

El Perú, Magisterio... ylas Carmelitas en 2003

En el año 2002 comenzó a barajarse la llegada de la firma a Cáceres. Desde entonces se habla de sus 500 empleos y de su fuerte magnetismo para atraer a clientes que dejarían beneficios en otros locales de la ciudad. Primero se sopesaron dos ubicaciones: el Perú y el antiguo Magisterio. En junio de 2003 se desveló ya un proyecto firme capitaneado por el propio Isidoro Alvarez, presidente del grupo, en contacto con la cúpula extremeña. Pretendía instalarse en dos años en el céntrico solar de las Carmelitas.

2005: La operación conmayúsculas se desvela

La noticia provocó sorpresa y a la vez extrañeza. ¿Podrían los almacenes ocupar un lugar tan céntrico? ¿Sería legal? ¿A qué precio? Hubo que esperar dos años, hasta diciembre de 2005, para que el proyecto se presentara ante el ayuntamiento. La sociedad promotora Estudios Urbanísticos y Medioambientales (integrada por empresarios cacereños) se comprometía a comprar a las Carmelitas más de la mitad del terreno (un total de 11.982 metros cuadrados) y vender la esquina del colegio actual a El Corte Inglés, que tendría 3.200 metros de superficie, siete plantas más cinco sótanos y una edificabilidad de 25.000 metros cuadrados. La promotora se reservaría 3.800 metros en la fachada de Virgen de Guadalupe para financiar la operación con la construcción y venta de pisos (unos 100 en bloques de 10 plantas), locales y oficinas. Las Carmelitas, por su parte, harían otro colegio de 6 plantas con acceso por Santa Joaquina de Vedruna.

La operación Carmelitas se impuso sobre otros posibles emplazamientos que se barajaron aquel año (Múltiples o Ruta de la Plata). El alcalde Saponi, del PP, explicó los detalles a los grupos políticos y al entonces presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, que siempre apoyó el proyecto a condición de que fuera legal. Finalmente se introdujo como alegación al nuevo plan de urbanismo. El Corte Inglés habló incluso de abrir en la Navidad del 2008.

Pero existían dos problemas, y eran complejos. Primero, había que agregar a la parcela otros usos además del docente: residenciales y terciarios. Segundo, el promotor tenía que compensar al ayuntamiento con cesiones de suelo por el aumento de la edificabilidad del solar. Allí no había más espacio. La promotora ofreció 2,5 millones de euros a modo de compensación. Aunque todos los partidos respaldaban la llegada de los almacenes, la operación urbanística no era del agrado del PSOE y se topó desde el inicio con el rechazo de IU.

2006: Descalificaciones ygraves desencuentros

El tema se enconó sobremanera en 2006 cuando la Junta recomendó la reducción del número de viviendas. Desde la oposición, Heras habló de "pelotazo urbanístico" y se refirió a la compensación de 2,5 millones como "irrisoria". Rodríguez Cancho, edil del PP, dimitió para no votar a favor. Felipe Vela, concejal de FC, pasó de apoyar la operación a rechazarla. Ibarra anunció que activaría el pacto antritransfuguismo para ofrecer el voto de un concejal del PSOE y no ganar ninguna votación con el apoyo de un tránsfuga (refiriéndose a Vela), aunque sostuvo que había "especulación". Saponi no quiso su apoyo en esos términos. La edil socialista M Fernanda Sánchez también optó por marcharse si el asunto no se resolvía.

Finalmente, Saponi e Ibarra acordaron que la Agencia de la Vivienda detallaría los requisitos para que la operación fuese por completo legal. Se determinó entonces que la cesión de terreno no podía compensarse con dinero, pero se permitía entregar solares en zonas próximas. A finales del 2006 se aprobó provisionalmente la revisión del Plan General Municipal de urbanismo (PGM), que contemplaba la recalificación de las Carmelitas.

2008-2009: Nuevastrabas y acuerdo final

La Junta necesitó un año para estudiar el PGM y establecer las correcciones que debía incluir antes de aprobarlo. Una de ellas afectaba a la operación. La promotora tenía que elevar la cesión de terrenos de 11.000 a 18.400 metros cuadrados para cumplir la Ley del Suelo. Por entonces el ayuntamiento ya estaba en manos del PSOE y Carmen Heras, alcaldesa, trató de sacar el proyecto adelante entendiendo que los nuevos matices lo legalizaban, pero se encontró con el rechazo de su socio, IU, y tuvo que sacar la operación del PGM tramitándola como modificación del plan anterior.

El tiempo se agotaba. No quedaba margen. Corría el 2009 y había que resolverlo antes de que se aprobara el nuevo PGM. Heras optó por la única solución efectiva: consensuar con el PP ese nuevo PGM y a cambio volver a incluir El Corte Inglés con su apoyo. Así fue.

2010: Problemas con lacesión de las parcelas

En la primavera del 2010 entró en vigor el plan y con él la operación. También se contempló parcialmente una alegación de la promotora para que dos parcelas, una en la Sierrilla y otra en la Zambomba, pudiera ser las que se cedieran como compensación. Además se aprobó el aprovechamiento residencial para los terrenos colindantes con la parcela de la Zambomba, a fin de allanar la operación.

Sin embargo, la promotora tiene problemas para hacerse con la parcela de la Sierrilla. Su opción de compra estaba sometida a que el nuevo PGM asignara a sus dueños actuales el aprovechamiento urbanístico de otros suelos en otras zonas, y no ha sido así. La promotora ofrece ahora una nueva propuesta para ese cambio, pero ayuntamiento y Junta afirman que ya han cumplido y que ahora deben hacerlo los empresarios.