Cinco industrias extremeñas tendrán que comprar derechos de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para cumplir con las obligaciones derivadas de la aplicación del Protocolo de Kioto en España. Estas empresas han superado en el 2006 los límites asignados por el Ministerio de Medio Ambiente, según el informe de dicho departamento dado a conocer hace unos días.

Así, Siderúrgica Balboa emitió 102.500 toneladas de GEI, cuando la asignación del Estado para el pasado año era de 82.600. Por su parte, Cerámica San Cristóbal superó en 1.600 toneladas los 2.700 derechos de emisión concedidos. Además, estas dos industrias ya habían superado los límites en el primer año de aplicación del plan. En el caso de la planta del Grupo Gallardo, en el 2005 se superaron las emisiones en 10.000 toneladas, y en el de Cerámica San Cristóbal en 1.300 toneladas. Sin embargo, Siderúrgica Balboa tiene mucho más fácil evitar cualquier tipo de sanción.

Esto se debe a que otra empresa del mismo grupo, Cementos Balboa, lleva dos años emitiendo muy por debajo de lo que se le asignó. Así, para el primer año (2005), Medio Ambiente concedió a la cementera 299.000 derechos, pero ésta sólo utilizó 222.000. En el 2006, ya a pleno rendimiento, la planta contaba con 809.000 derechos y consumió 699.500. Esto le supone un excedente acumulado de 186.700 derechos, con lo que puede trasvasar a la siderúrgica las 29.900 toneladas que dicha planta emitió por encima del límite y aún contar con más de 150.000 derechos para negociar con ellos en el mercado.

Mientras, Cerámica San Cristóbal suma un exceso de emisiones de 1.600 toneladas, y cuenta para este año --último de aplicación de esta primera fase del plan--, con 2.700 derechos. Por tanto, debe optar entre comprar derechos de emisión --lo que le supondría ya en este momento un gasto de 48.000 euros aproximadamente-- o reducir drásticamente en el 2007 sus emisiones.

La tercera posibilidad es afrontar una multa.

LAS NUEVAS Otra industria que superó los niveles de emisión de GEI autorizados fue Conservas Vegetales Agraz, incluida en el grupo de nuevas empresas a las que se controla la contaminación a partir del 2006. La planta emitió, según Medio Ambiente, 21.400 toneladas de gases, cuando estaba autorizada para 19.300. Por tanto, en el 2007 tendrá que comprar derechos por unos 60.000 euros o establecer sistemas de control de la contaminación que rebajen sustancialmente sus emisiones.

También entre las nuevas, Conservas Cidacos (antes Elagón) emitió 6.400 toneladas de GEI, mil más de las permitidas, lo que le puede costar 30.000 euros en derechos.

Finalmente, la planta de Enagás en Almendralejo también sobrepasó el cupo, aunque apenas en 200 toneladas, al emitir 45.600 toneladas. El coste en compra de derechos sería de unos 6.000 euros.

MENOS POLUCION En cambio, las otras 16 industrias extremeñas sometidas a las exigencias del Protocolo de Kioto han contaminado en este bienio muy por debajo de lo que les fue autorizado.

De este modo, en el cómputo global las emisiones de GEI en la industria extremeña no han llegado ni de lejos a los máximos fijados por el ministerio. Así, en el 2006 eran ocho las empresas a las que se controló la contaminación, asignándoles un cupo total de 517.700 toneladas. Sin embargo, la suma de emisiones con llegó a las 430.000 toneladas, lo que generó un excedente de más de 90.000 toneladas en derechos de emisión no consumidos.

Para el 2006, el cupo total aumentó sensiblemente, ya que se sumó el incremento de derechos asignados a la cementera de Alconera y la entrada de 13 nuevas industrias a las que también se somete ya a control. Así, la asignación de partida para todas ellas fue de 1.313.600 toneladas, pero, según Medio Ambiente, han emitido poco más de 1,1 millones, lo que supone un excedente de 200.000 toneladas.

En el año actual, el cupo es de 1.349.000 toneladas, ya que Siderúrgica Balboa pasa de las 82.600 toneladas actuales a 118.000 toneladas, puesto que el ministerio ha decidido ampliar la autorización por la puesta en marcha de la ampliación de la planta jerezana de Gallardo.