Los empresarios de Coria y comarca tuvieron sus más y sus menos con los piquetes en una jornada donde la incidencia fue escasa. Y todo porque los representantes sindicales estamparon por doquier la consabida pegatina Cerrado por huelga sin el consentimiento de los dueños y a sabiendas de que la actividad era la normal de cualquier día. Los sindicatos concentraron sus esfuerzos en los polígonos industriales, tanto en Coria como en Moraleja, que recorrieron para intentar paralizar la actividad. Los servicios de limpieza funcionaron según lo acordado y las fuerzas de seguridad tuvieron que estar presentes en Mercadona para permitir el acceso de los trabajadores. N. A.