El 2008 se cerró como el menos inflacionista de la historia en Extremadura. Nunca en las tres décadas en las que lleva contabilizando el IPC por regiones un ejercicio había registrado una subida tan pequeña, del 1,3%, en los precios de los productos más demandados, una décima menos que la media nacional. En lo que va de siglo, todos los años el IPC se había incrementado por encima del 2%. Para encontrar registros similares hay que remontarse hasta 1998, cuando la inflación subió un 1,4%.

Al cierre del 2008 con una inflación desconocida en la región ha contribuido la contención de los precios que se ha vivido después del verano, que ha culminado un con descenso de seis décimas en diciembre.

En cuanto a los motivos que han provocado este menor crecimiento del IPC, los análisis coinciden en atribuirlo a dos factores principalmente. Por un lado, estaría el descenso de precios del petróleo, que tras continuas subidas hasta julio del 2008 empezó a bajar hasta situarse en niveles un 60% más bajos que en verano. Este descenso supone que los costes del transporte bajen y por tanto también el coste en mercado de los productos transportados y el coste de producción de los productos.

Por otro estaría la crisis económica y las caídas del consumo, debido a la inseguridad de los consumidores, lo que habría provocado exceso de oferta.

ALIMENTOS Y TRANSPORTES En la contabilización de la variación del IPC por grupos, se aprecian importantes diferencias en el comportamiento de los precios, que vendrían representadas, en un extremo, por los alimentos, y en el otro por los transportes.

Así, la alimentación ha subido en el 2008 más de un 3%, el doble que la media, y acumula en los últimos dos años una subida del 11,6%. En este grupo de productos también se pueden ver fuertes contrastes. Mientras hay algunos muy inflacionistas, con incrementos de precios muy por encima de la media: cereales (8,6%), patatas (14,5%), frutas (10,4%) o carne (entre el 7,6% y el 6%), otros han tenido subidas muy contenidas o incluso descensos: leche (-6,3%), pescado (-1,8%), aceite (0,3%) o huevos (0,1%).

El grupo situado en el otro extremo en cuanto a variación sería el de los transportes, donde el IPC ha bajado un 6,3% en el 2008 y que en el último bienio ha caído 1,2 puntos. En este grupo el peso de la bajada lo ha llevado el transporte personal, al bajar los carburantes, donde la inflación bajó un 5,8%, mientras el transporte público subía.

ALQUILERES AL ALZA Con todo, lo que más se ha salido de la norma es el comportamiento del precio de la vivienda, que durante el 2008 subió en Extremadura un 7,1%. Este indicador no se refiere a la evolución del coste de la compraventa de casas, ya que dichas operaciones no se consideran un gasto sino una inversión en patrimonio y por tanto no computan en el IPC. En el índice de precios lo que se tiene en cuenta es la evolución del coste de los alquileres y de los gastos asociados a la vivienda.

De este modo, los alquileres se incrementaron durante el 2008 en la región un 3,5%, mientras gastos asociados como la calefacción, el alumbrado o el agua subían hasta un 8,3% y el precio de los trabajos de conservación y mantenimiento se incrementaba un 6,3%.

Como dato positivo por la repercusión que tiene en las economías familiares, cabe destacar que el vestido y el calzado han incrementado sus precios el año pasado sólo un 0,3%.

Esto es especialmente llamativo si se tiene en cuenta que al cierre del índice aún no habían comenzado las rebajas, si bien también hay que tener en cuenta que muchos establecimientos, especialmente los de calzado, utilizaron el sistema de descuentos para tratar de remontar las ventas en diciembre.

Mientras, el retraimiento de la demanda parece no haber afectado a otros productos de consumo habitual. Así, las bebidas alcohólicas han tenido un incremento anual de precios del 7,1%, y el tabaco subió un 3,5%.

También creció muy por encima del índice general lo relacionado con consumo en bares y restaurantes, que subieron el 3,3%. Bajan en cambio las actividades relacionadas con el ocio, especialmente de tipo cultural, cuyo precio cae un 1,3%, en el último año.