Extremadura conmemora pasado mañana el 20 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía, una fecha histórica que en 1983 significó la mayoría de edad para una región que hasta ese momento se regía según los destinos que marcaba Madrid. ¿Qué ha cambiado en estas dos décadas? A grandes rasgos, la comunidad registra prácticamente el mismo número de habitantes que en los albores de los 80 (en torno al 1.050.000, según el censo oficial), pero más prósperos (concretamente seis veces más ricos, según los informes de la Fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas) y más cultos (un ejemplo es que la cifra de alumnos de la Uex se ha triplicado gracias a la oferta de un completo catálogo de titulaciones y a una mayor concienciación social sobre la formación).

MENOS HIJOS Y MENOS PARADOS

En el periodo de referencia, las parejas extremeñas han pasado de tener dos hijos de media a sólo uno. Las mujeres han retrasado su maternidad de los 28 a los 30 años. Cada año nacen 5.000 personas menos, pero mueren prácticamente los mismos (entre 10.000 y 10.500). Las hipotecas han bajado del 18 al 4%. Los precios de la vivienda se han multiplicado por cinco. La inflación se ha reducido once puntos. Y hay 9.800 parados menos registrados en el Inem.

En este significativo plazo de veinte años, la región ha visto nacer el euro, una red de centros hospitalarios y educativos de primer nivel autogestionados ya desde Mérida, un partido en el poder (PSOE) avalado por una amplia mayoría social, un Corte Inglés, una decena de vacas locas, un telediario de TVE con contenidos regionales (críticas ideológicas al margen), un frustrado Canal Sur Extremadura, un caso de corrupción política (el del exsocialista pacense Matías Ramos), media docena de familias extremeñas de guardias civiles y policías arruinadas por la acción criminal de ETA, una trágica riada, una línea aérea regular (irregular por la elevada cifra de compañías que han pasado por Talavera y los parones en el servicio), una gran autovía (N-V), otra en ciernes (N-630), dos proyectos de carácter regional (Vegas Altas y Plasencia-Navalmoral), los estudios del futuro AVE...

Y más: un puñado de medallistas olímpicos, toreros de primera fila, dos astronautas hijos de emigrantes extremeños, una línea de moda netamente regional, clubs de Primera División (actualmente en horas bajas), un plan de investigación sobre los primeros homínidos locales, otro de globalización de la informática...

Luces y sombras de todos los tonos como no podía ser de otra forma.

LA REGION CRECE MAS RAPIDO

¿Pero realmente se ha avanzado en el plano social y económico? Hasta la fecha, no hay estudios exhaustivos sobre la evolución de la sociedad extremeña desde la creación del Estatuto de Autonomía. Por ello, EL PERIODICO EXTREMADURA ha consultado a economistas y sociólogos y ha bebido en tres fuentes oficiales como son el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Funcas para medir de alguna forma este cambio.

En el plano económico, la media anual de crecimiento de Extremadura desde 1983 ha sido la mayor de todas las comunidades españolas (un 24,8%), seguida de Navarra (24%), según las investigaciones publicadas por Funcas (principal referencia del país). Pese a ello, es aún una de las autonomías con menor Producto Interior Bruto (PIB) del país y está entre las diez con menor riqueza de la UE.

PROCESO DE CONVERGENCIA

Como medidor, los economistas utilizan una variable: el PIB per cápita, algo así como la cifra resultante de dividir la riqueza que genera Extremadura en un año entre el número de habitantes. Pues bien, en 1983, este PIB por extremeño era de 387.000 pesetas (2.330 euros). En el 2001, se acercaba a los 12.200 euros y a finales del 2003 rondará los 13.000 euros (algo más de 2,1 millones de pesetas), es decir, casi seis veces más.

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