Mientras que los incidentes con el tren se acumulan debido a una infraestructura obsoleta -lo que motiva que sea un medio cada vez menos fiable- y los viajeros de autobús se estancan o incluso disminuyen por la poca variedad de horarios, hay una modalidad de transporte que, año tras año, gana más seguidores y buenas críticas en la región: el coche compartido, conocido popularmente como blablacar. La opción se ha convertido en prioritaria para muchos extremeños que consideran que la red pública de la comunidad no ofrece un servicio acorde con la demanda que existe.

Los datos hablan por sí solos. De 2012 a 2013 se produjo el boom de esta actividad en Extremadura y desde entonces el número de usuarios no ha dejado de crecer. Según las cifras que baraja la empresa Blablacar, actualmente más de 150.000 extremeños (76.000 en la provincia de Cáceres y 73.000 en la de Badajoz) practican el vehículo compartido, lo que supone un aumento del 14% con respecto al último año. Esta subida sitúa a Extremadura como la sexta comunidad con más clientes de esta red social (el ranking lo encabeza Andalucía, seguida de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Cataluña).

Si se trata de conductores (los que ofrecen plazas libres en su vehículo), el 69% son hombres frente al 32% de mujeres; en el caso de pasajeros (los que pagan una cantidad al conductor por montarse en el coche), el 52% son mujeres y el 48% hombres. En cuanto a la edad más habitual, la horquilla oscila entre los 18 y los 35 años, aunque cada vez gente más mayor se apunta a esta alternativa para viajar.

SUBE LA EDAD

Amovens, la segunda empresa más presente en la región, baraja la cifra de 20.000 extremeños y un incremento del 30% con respecto a 2016. Además, destaca igualmente una subida del 20% en usuarios de entre 35 y 44 años.

Las rutas más habituales de los viajeros extremeños de blablacar son: Badajoz-Cáceres (5 euros), Badajoz-Madrid (21 euros), Badajoz-Mérida (3 euros), Badajoz-Sevilla (11 euros), Badajoz-Almendralejo (4 euros), Cáceres-Madrid (16 euros), Cáceres-Mérida (4 euros) y Cáceres-Don Benito (5 euros).

No obstante, en el último año también destacan los viajes desde Badajoz a Portugal, sobre todo a la capital lisboeta.

El ahorro económico y la flexibilidad de horarios son los motivos principales que hacen considerar este medio de transporte el más eficaz a la hora de ir al trabajo o cuando se viaja por ocio.

Para ser parte de esta red, el usuario debe crearse una cuenta en la web de la empresa (Blablacar o Amovens, por ejemplo) y dar algunos datos personales. A partir de ahí, si actúa como conductor podrá publicar su viaje con las plazas disponibles; mientras que si es pasajero podrá consultar los distintos horarios en los que existen viajes disponibles.

Si se accede a una de estas webs cualquier día de la semana, se comprueba que los horarios y los destinos desde y hacia los principales municipios de Extremadura son muy diversos.

Las empresas exigen a los usuarios haber cumplido los 18 años para poder compartir vehículo, aunque los menores pueden viajar también si van acompañados de sus padres o tutores legales.

DESDE 2011 EN ESPAÑA

Desde sus inicios en España, en el año 2011, esta red social que, entre otros objetivos asegura promover la movilidad sostenible, ha ido ganando adeptos hasta llegar actualmente a los 3,5 millones de usuarios a nivel nacional. O lo que es lo mismo: se ha convertido en un potente negocio.

El trayecto más compartido continúa siendo -por sexto año consecutivo- el que va de Madrid a Valencia.

En Extremadura esta alternativa ha ido calando poco a poco hasta convertirse en un medio muy común sobre todo entre veinteañeros que cada vez usan menos el autobús y han dado por imposible la posibilidad de viajar en tren porque la duración del trayecto (y los retrasos que suele acumular) lo convierten en la peor opción. La falta de opciones desemboca en el coche compartido.