El decreto que dio cuerpo a la reforma laboral también modificó el papel de las empresas de trabajo temporal (ETT) al definir como intermediación laboral la que tenga consideración de "servicio de carácter público" con independencia del agente que la desarrolle. Además, va a permitir a estas empresas --a partir de abril próximo-- entrar en sectores antes vetados como la Administración pública o la construcción. Florentino Poblador, director de la oficina de Randstad en Cáceres, señala que el nuevo marco legal puede proporcionar "un aumento de la empleabilidad gracias a la colaboración pública y privada y a la gestión dual de las bases de datos de candidatos. Además, un cambio fundamental va a ser que estas agencias puedan acompañar al trabajador durante toda su vida laboral, apoyándole a la hora de mejorar en su empleo, por ejemplo con formación".

A su juicio, las ETT van a tener ahora la oportunidad de influir más en el mercado laboral extremeño, gracias a medidas como la intermediación laboral o la formación para desempleados, "todo para conseguir mayor empleabilidad y cualificación".

Inicio de contactos

Poblador añade que en el caso de Randstad se están iniciando los contactos con los diferentes gobiernos autonómicos con el objeto de conocer "necesidades y planes de trabajo de cara al inicio de las agencias privadas de colocación. En Extremadura ya hemos mantenido contactos con el servicio público de empleo. Si todo va según los previsto, agrega, estas agencias podrían estar operativas "en abril o mayo". "Estamos a la espera de un marco común en sistema telemático, cuando la puesta en marcha sea una realidad", explica.

Extremadura es actualmente la región con una menor penetración de las ETT, con apenas un 1,5% (proporción de contratos que gestionan sobre el total de los temporales), frente al 14,3% de media en España.