El anuncio de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de no optar a la reelección a la Presidencia de la Junta de Extremadura abre una nueva etapa en el seno del PSOE extremeño. El actual consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, ha sido la persona elegida para liderar un nuevo proyecto tras 23 años de mandato de Ibarra.

--De médico forense a candidato a la Junta. En 10 años su vida ha cambiado mucho.

--Es un cambio significativo. Hay cosas que permanecen constantes, como la pasión por lo que uno hace. El trabajo de médico forense requiere ser muy reflexivo, analítico, intuitivo, y esas son cualidades que me han ayudado mucho a lo largo de estos años. El futuro no está escrito, lo elegimos cada día.

--¿Cómo recibió la noticia? ¿A quién consulto? ¿Tuvo dudas?

-- Me enteré unas horas antes que los demás, cuando el presidente me comunicó que tomó la decisión de no continuar. Y luego me preguntó si yo estaba dispuesto a ser una de las personas sobre las que se podía discutir. Fue una conversación cortita. Uno tiene dos familias, la propia y el PSOE, y a lo que te pide la familia no le andas poniendo muchas pegas.

--No es fácil sustituir un liderazgo como el de Ibarra.

-- Es algo que tiene su complejidad. Pero, visto lo visto, no hemos hecho ni más ni menos que lo que Extremadura se merecía. El PSOE le debía a Extremadura una sustitución de Ibarra tan correcta como se ha hecho.

--¿Qué inclinó la balanza para que aceptase ser el candidato?

-- Se había puesto tanta confianza en mí para gestionar cosas importantes para el Gobierno y para el partido que no me parecía justo andar dudando. Desde el 95 se me ha encargado gestionar políticas sociales muy importantes para la región. Si estás aquí renuncias a una parte de tu capacidad de decidir.

--¿Representa usted la ´filosofía del talante´ en Extremadura?

-- No lo sé. Cuando llegué a la política era de una manera y 10 años después sigo siendo de la misma y eso puede haber influido en la decisión. No se si eso es talante, pero entre talante y talento, me quedo con el talento como capacidad de aprender cada día nuevas cosas, y eso es tan importante como las formas. Creo que las buenas maneras son necesarias, porque es lo que los ciudadanos esperan de nosotros.

--¿Cree que le afectará el pasado político de su juventud?

-- Honestamente, creo que no. Los extremeños lo que esperan de mí no es lo que pudo ser y no fue. Mi candidatura dependerá de la capacidad de hacer un programa atractivo y de transmitir a los ciudadanos que antes de que se identifiquen conmigo, yo me tengo que identificar con ellos. Es necesario tener tiempo para escuchar a los ciudadanos para que ellos puedan apoyarnos.

--¿La moderación es el centro?

-- No. La moderación es posible en cualquier sitio. Se puede tener diferentes ideas políticas y ser más o menos moderado. Yo soy como soy. Y cuando no soy así, meto la pata, me equivoco y pido disculpas.

--¿Cree en la política como profesión o es una etapa de paso?

--A la política hay que llegar con algunos años cotizados a la Seguridad Social. Es imprescindible que para dedicarse a la política hay que tener la vida resuelta. No todo el mundo puede ser funcionario, pero la gente que se dedique a la política tiene que tener la posibilidad de no dedicarse a ella si sale de la política. Por eso Ibarra defiende la importancia de poder volver a dar clases.

--En su partido tiene trabajo...

-- En mi partido como en todos sitios hay gente que tiene su vida resuelta al margen de la política y se ve en el Consejo de Gobierno. Es verdad que hay gente aquí así, pero también puedes mirar a los bancos de la oposición. No es algo propio de mi partido aunque yo se lo aconsejo a todo el mundo. Los ciudadanos entenderían mejor que nos dedicásemos a la política con nuestra vida resuelta o en condiciones de resolverla.

--¿Se marca plazos si gobierna?

-- Queda bien hablar de limitación de mandatos. Pero ahora lo que más me preocupa es llegar al 25 de mayo habiendo conseguido un grado de identificación con los ciudadanos con nuestras ideas, no me gustaría caer en esa demagogia. En política hay que estar como si fueras a estar toda la vida, pero sabiendo que te puedes ir mañana. Y esa actitud personal ayuda a una gestión eficiente. Tengo claro que la vida política, antes o después, tiene un final. ¿Limitación? Depende de las circunstancias que se den. Los políticos de largo recorrido tenían más sentido en los años que hemos pasado, que en los que vienen. A Ibarra se le criticó que 16 años eran muchos y ahora para otros esa es la solución. Creo en una limitación que deben marcar los ciudadanos.

--Uno de los valores de Ibarra es el alto grado de conocimiento entre los extremeños. ¿Cree que le han dejado suficiente tiempo para que su imagen sea conocida en la comunidad?

-- Creo que sí aunque yo llevo muchos años en el Gobierno y para