Por lo avanzado de los dos estudios, cada uno hace hincapié en cuestiones distintas. El elaborado por el equipo de profesores y técnicos valora aspectos territoriales y geográficos. En el avance anunciado ayer se está planteando una zona (al oeste de la ciudad) para el aeropuerto y se hace tomando en consideración los vientos predominantes en la ciudad y la proximidad de un corredor aéreo, de suelo industrial y de otras infraestructuras de transportes. El aeropuerto que se plantea tendría una pista con una longitud de 4 kilómetros y un ancho de entre 3 y 3,5.

En el informe de las dos consultoras, cuyo contenido completo podría conocerse en unos días, se calcula que la inversión para el aeropuerto sería de 180 millones de euros, se prevé que en el horizonte del 2020 generaría 217 millones de euros de valor añadido bruto a la región por la visita de 600.000 turistas de otros países y de más de un millón de pasajeros en general, y se calcula que generaría unos 5.500 empleos entre el propio aeropuerto y las infraestructuras auxiliares del parque empresarial. Todo esto según los datos del avance que se presentó en mayo, en el que también se apuntaba que la pista podría llegar a los 3 kilómetros de longitud en una segunda fase y que se necesitarían 350 hectáreas.