Estudios: Licenciada en Medicina y Cirugía.

Especialidad: Experta en Endocrinología y Nutrición.

Trabajo: Tiene consultas en clínicas privadas tanto en Cáceres como en Badajoz.

Como especialista en nutrición, Juana Fraile cree que aún es pronto para saber si las campañas para prevenir la obesidad en Extremadura están siendo eficaces. No obstante, pide más esfuerzos a las Administraciones y a los ciudadanos.

--No se observa un descenso en la incidencia de la obesidad, ¿fallan las campañas o hay que darlas más tiempo?

--Hace falta tiempo. Las campañas se han puesto en marcha recientemente y tienen que calar en la sociedad. Pero, hay que insistir más e intentar educar a toda la familia. Deben ser más concretas, no quedarse solo en "camine más" o "coma más fruta y verdura". Hay que hacer programas educativos para enseñar a comer.

--¿Y el mensaje está calando?

--Sí viene más gente a la consulta y sin esperar a tener un problema de salud --diabetes o infarto-- producido por esta situación. Consultan más, sobre todo niños, y tienen más información. Conocen referentes como el perímetro de cintura o el índice de masa corporal, se interesan por su peso ideal y saben los tipos de obesidad más peligrosos. Pero hay que avanzar más.

--¿Por qué Extremadura tiene índices de obesidad tan altos?

--Probablemente por la alimentación. Hay más calidad de vida y heredamos ciertas costumbres. Comemos más embutidos, la gastronomía es más contundente y las raciones son más grandes. En Madrid, por ejemplo, la tostada es un 25% más pequeña que aquí. La gente de campo ha comido siempre de forma más consistente.

--Pero el problema va más allá de la alimentación, ¿verdad?

--En las ciudades hay más constumbre de andar y hacer deporte.

--Por tanto, ¿existe un componente cultural?

--Efectivamente. Hay que completar trabajo con deporte y ofrecer más actividades extraescolares. Los niños que vienen a consulta me dicen que en sus pueblos apenas hay actividades deportivas. Y también las mujeres, sobre todo en zonas rurales, tienen más limitaciones.

--¿El problema es mayor en núcleos rurales que en urbanos?

--Sí. Los pacientes del ámbito rural lo tienen más difícil. No tienen medios como en una ciudad. Aquí en Cáceres familias enteras van a nadar o al gimnasio.

--¿Los ciudadanos tiene ahora mayor percepción de que la obesidad es un problema de salud?

--Sí, y deben tenerlo claro. Es un problema de salud, no de estética. Habitualmente los problemas estéticos se tratan con regímenes rápidos, pero eso no enseña nada. No se trata de perseguir un canon de belleza, sino atajar un problema de salud muy serio detrás del cuál puede haber diabetes, hipertensión arterial, colesterol...

--¿Sigue calando el mensaje "lo importante es sentirse bien"?

--Lo importante es estar saludable. Debemos aprender a comer. Un paciente con problema de peso tiene detrás una serie de errores nutricionales, de ansiedad, psicológicos... Y enseñar a comer no es dar al paciente una hoja para que aplique un régimen uno o dos meses, no. Hay que hacer programas educacionales familiares y fomentar la actividad física.

--¿Qué debe hacer una persona con obesidad o sobrepeso?

--Lo primero, consultar con su médico y huir de centros sin especialistas. La gente busca remedios rápidos, seguir comiendo mal y bajar peso, porque no están dispuestos a invertir esfuerzo ni tiempo.