Las carreteras de la región se han cobrado la vida de más de 1.400 personas (1.408 en concreto) en los últimos diez años --de 1995 al 2004--, en un total de 1.163 accidentes con víctimas, sin contar los que se han registrado a lo largo de este año. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), los años con más muertes en este período han sido 1999, con 174 fallecidos en 139 accidentes, y el 2004, que registró 145 muertos en 112 siniestros. Además, se da la circunstancia de que en los tres últimos años, la siniestralidad vial ha aumentado en Extremadura, mientras que ha descendido en España.

El último accidente con víctimas se produjo ayer en La Haba, en la EX-345, en dirección a Quintana de la Serena. La salida de la vía de un vehículo provocó la muerte de una mujer y heridas graves a un varón. Las cifras dejan una media de 140 muertes en carretera en la región cada año, aunque el número de fallecidos varía; pero, mientras que, por ejemplo, el pasado año dejó doce muertes más en Extremadura respecto al 2003, en España se registraron 513 menos.

La N-630 a su paso por Extremadura es la carretera que concentra un mayor número de puntos negros, 6 de los 14 que la Dirección General de Tráfico señala en la región en sus últimos datos al respecto. Además, la DGT sitúa a Extremadura como la tercera comunidad autónoma con mayor riesgo de mortalidad en los siniestros que tienen lugar en sus carreteras, con una media de 13 muertes por cada cien accidentes.

TRAZADO Y VIGILANCIA En este sentido, un reciente estudio realizado por la patronal de las compañías aseguradoras (Unespa) sitúa a Extremadura como la sexta región en la que se registran accidentes de tráfico con mayor gravedad, con un índice de gravedad once puntos por encima de la media nacional, y sólo por debajo de los registrados en Aragón, Galicia, Castilla La Mancha, La Rioja y Asturias.

La mayor parte de esos accidente mortales, en concreto el 60%, tuvieron lugar el pasado año en carreteras de la red secundaria, donde murieron cerca de 90 personas. La razón, además de porque las carreteras autonómicas, provinciales y locales pueden tener peores trazados y señalización que las de titularidad estatal, hay que buscarla también en la escasa vigilancia policial, según ha denunciado la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).

Sin embargo, hay un dato positivo a lo largo del presente año en Extremadura, y es que las víctimas en accidentes de tráfico se han reducido un 36% en las carreteras extremeñas durante los meses de julio y agosto. La siniestralidad vial ha dejado 23 muertos en la región durante esos dos meses de verano, frente a los 36 registrados en el mismo período del pasado año.

Esta caída es mucho mayor que el 6,5% de bajada de los accidentes mortales en España en julio y agosto, en el que 666 personas se dejaron la vida en la carretera, 45 menos que en el 2003.

Estas últimas cifras contrastan con la subida generalizada de los accidentes mortales en carretera en los últimos tres años en Extremadura (131 muertos en el 2002, 133 en el 2003 y 145 en el 2004), frente al descenso en España, donde en estos años han muerto 4.026, 4.029 y 3.516 personas, respectivamente. Los accidentes siguen siendo la primera causa de muerte en España.