El Gobierno ha endurecido también los controles durante el transporte de las cargas explosivas. Así, las nuevas medidas afectan tanto a la distribución por carretera, la más habitual, ferrocarril o mar. En el caso de la carretera los controles nuevos se complementan con los anteriores y suponen la prohibición de que los vigilantes realizan otras tareas impropias de su puesto, por lo que no podrán intervenir en la carga.

Además, todos los vehículos de transporte tendrán que estar conectados con los centros operativos de la Guardia Civil de las provincias por las que circule el convoy desde el punto de salida hasta el de llegada. Hasta ahora estaban conectados a una firma de seguridad.