Desde que la Consejería de Educación creó en el año 2000 la figura de los monitores que se encargan de impartir en los colegios las actividades formativas complementarias, no han mejorado las condiciones de estos trabajadores, que no se incluyen en el convenio colectivo del personal laboral de la Junta y que cada curso se tienen que someter a un proceso de baremación, sin continuidad y con un contrato de ocho meses, según ha informado a este diario Manuel Pascual, de CSI-CSIF.

Para intentar cambiar este panorama, que afecta a más de 1.600 monitores, UGT, CCOO y CSI-CSIF han dirigido un escrito a la consejera de Educación para trasladarle el "alto grado de insatisfacción y la intranquilidad permanente" de este colectivo, que según estos sindicatos "se ve agravada por la inconcreción sobre el futuro a medio y largo plazo" de estas actividades.

Con este panorama, los representantes sindicales piden una reunión "con caracter de urgencia" a la consejera para "reconducir" dicha situación y reclamarle que se concrete en tres compromisos. En primer lugar, quieren buscar nuevas fórmulas que posibiliten una tendencia gradual a la estabilidad en este empleo. Asimismo, reclaman que se adecue la categoría profesional en función de los requisitos y perfiles del puesto de trabajo, que se tendría que concretar en el grupo II de la clasificación el personal laboral. Por último, defienden la vinculación de la duración de la prestación del servicio por cursos completos. Todo se debería enmarcar en el próximo convenio colectivo.

Los sindicatos esperan una contestación a todas estas cuestiones y mantener una entrevista con la consejera, pero ya avisan de que tienen planteada una concentración para el próximo día 18 de abril para defender estas reivindicaciones.