PRECEDENTE

El 16 de junio del 2003 nació en la localidad británica de Sheffield Jamie Whitaker, un niño cuyos genes fueron seleccionados previamente para que fuese compatible genéticamente con su hermano, cuya vida corría serio peligro a causa de la anemia de Fanconi. Aunque la pareja era británica tuvo que hacer la selección de embriones en el Instituto de Genética Reproductiva de Chicago (Estados Unidos), un centro al que también han acudido en los últimos tiempos algunas parejas españolas.

TECNICA APLICABLE

En estos casos la técnica no serviría para descartar embriones dañados --que es lo que se hace para evitar que los fetos arrastren enfermedades hereditarias-- sino para elegir el más compatible de entre los sanos. El problema está en qué hacer con los embriones sanos que no sean compatibles para los trasplantes familias que, según algunos expertos, podrían ser donados a otras parejas con problemas de infertilidad.

POSIBILIDADES

Aunque Sanidad diese el visto bueno a la selección genética, el éxito final no estaría ni mucho menos garantizado. Y es que la tasa de éxito en la implantación del embrión está en torno al 50%, mientras que, posteriormente, la del trasplante de médula alcanza el 70%.