La refinería producirá gasolinas y gasóleos con menos de diez partes por millón de azufre como máximo, que es lo que marca la normativa europea. Por establecer una comparativa, hasta el 2003 se permitía que las partes de azufre por millón fuesen 150 para las gasolinas y 350 para el gasóleo. Sillero explicó que muchas refinerías actuales tendrán serios problemas para afrontar la inversión que supone ajustarse a estos parámetros.

La planta extremeña utilizará en su proceso unidades de coque e hidrocraqueo, que son las más eficientes y menos contaminantes. Al ser las tecnologías más avanzadas, están implantadas en una minoría de plantas. De hecho, de las casi 300 refinerías que existen en Europa, sólo 11 cuentan con unidades de coque y 25 con hidrocraqueo. En España, sólo cuatro aplican alguna de estas dos tecnologías, mucho más eficientes.