La oposición española, que condenó la guerra de Irak y su ocupación por parte de EEUU, no compartió ayer el euforia del Gobierno por la captura de Sadam. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se limitó a expresar su deseo de que la caída del dictador sirva al menos para acelerar la devolución de la soberanía al pueblo iraquí.

Aún no se había confirmado oficialmente la detención del depuesto líder iraquí cuando el dirigente socialista compareció ante la prensa para analizar el fracaso del Consejo Europeo de Bruselas. Tal vez por ello Zapatero se mostró cauto y sólo pidió que su captura "pueda abrir un escenario mucho más rápido para la recuperación de la soberanía del pueblo de Irak", que a su juicio debería tener "cuanto antes" un gobierno "legítimamente constituido en un escenario de convivencia y seguridad".

PRESENCIA MULTINACIONAL Zapatero también abogó por "recomponer la presencia multinacional" en Irak. Su apuesta por que la ONU cobre más protagonismo en la posguerra fue suscrita por otros portavoces, como Gaspar Llamazares (IU) o Josep Antoni Duran (CiU).

El más pesimista fue Llamazares, que alertó de que la resistencia "va a continuar" en Irak si no se acelera la devolución de la soberanía.