Fernando mira con atención al cielo mientras camina entre sus árboles frutales en una pequeña finca en el término municipal de Coria, pero hoy tampoco ha habido suerte: no ha caído ni gota de agua. Al igual que Fernando, otros 2.400 regantes de la margen derecha del río Alagón están pendientes cada día de las condiciones climatologías de las que en la mayoría de los casos depende la salud de sus cultivos. De momento, las cosechas no peligran, pero desde el 1 de septiembre los regantes han visto cómo sus cultivos tienen que beber la mitad de agua con la que hasta ahora sus propietarios venían usando desde el inició de la campaña el 1 de abril.

Esta medida de reducir al 50% el agua para el riego, que ha sido bien acogida aunque con resignación por los propios afectados, fue acordada el pasado martes en Junta de Gobierno por la Comunidad de Regantes de la Margen Derecha del Río Alagón, que tiene su sede en Coria. "La campaña de riego ha sido muy larga porque no ha llovido nada y, por tanto, al no interrumpirse el riego las condiciones hacen peligrar el que tengamos agua para la temporada que viene", comenta José Antonio Echávarri, secretario de la comunidad, mientras observa cómo el agua en el Arroyo del Sepulcro en Coria se canaliza muy por debajo de los niveles normales.

Echávarri aclara que la decisión no es nada caprichosa, sino únicamente tiene un sentido de prevención y prudencia motivada por las recomendaciones de la Confederación Hidrográfica del Tajo ante los bajos y casi históricos niveles de agua que actualmente registra el embalse de Gabriel y Galán. Precisamente, hasta allí se trasladó el pasado viernes José Manuel Pérez, presidente de la Comunidad de Regantes de la Margen Derecha. "Ahora en el embalse puede haber unos 180 hectómetros cúbicos de agua, es decir el 15 % de nivel, cuando en condiciones normales habría alrededor de 300 hectómetros cúbicos", comenta mientras observa con preocupación el poco agua que ya ha dejado al descubierto enormes extensiones de tierra.

Unos niveles muy bajos que apenas dan para regar con tranquilidad las 15.600 hectáreas de regadío de la margen derecha del río, así como las 18.000 de la margen izquierda.

Hace más de diez años

La Comunidad de Regantes de la Margen Derecha no tomaba medidas similares desde 1992, año en la que una desastrosa sequía volvió a poner en peligro los cultivos del Valle del Alagón. De momento, "hay que hablar de prealerta, pero no de alerta", matiza José Antonio Echávarri que insiste que los cultivos hoy por hoy, "no peligran". Mientras, los agricultores de los diez pueblos y tres pedanías de la margen derecha del río continúan con su tarea diaria regando sus cultivos de maíz y árboles frutales, aunque mayormente predomina la pradera, que es de las que mejor aguanta la sequía.

Viene de la página anterior