La metamorfosis vivida en España con la excelente Eurocopa de la selección tiene su punto de partida en la valentía de Luis Aragonés, capaz de transformar un foco de conflictos y mal rollo en un campo de ilusiones. Hace solo un mes, las dudas planeaban sobre el equipo antes de viajar a Austria. Pocos creían en la fiabilidad de un conjunto acostumbrado al desastre. Pero el Sabio de Hortaleza ha sabido llevar a la selección a su primera final en 24 años. Si hoy logra el título tendrá la mejor despedida posible tras sobrevivir a más de un temporal y cambiar el destino.

Muchos esperan con expectación la rueda de prensa de Aragonés si España doblega a Alemania. Habituado al chascarrillo y con golpes de humor de lo más variopinto (¿quién ha olvidado su famosa referencia a su amigo japonés sexador de pollos?), nadie descarta una salida digna de las grandes ocasiones. ¿Se acordará de su amistad con el Rey? ¿Hablará de su famoso nieto, aquel que le emociona con sus mensajes al móvil? ¿O irá más allá y lanzará un dardo irónico a los que le martirizaron por excluir a Raúl?

Con Luis todo es posible. Patinó con aquellos gritos a Reyes, en los que se refería a Henry como "negro de mierda" y también al anunciar su dimisión tras el fracaso del Mundial. Esta vez no habrá marcha atrás. Aragonés dejará hoy el cargo para irse al Fenerbahçe, donde cobrará tres millones de euros netos por año, cinco veces más que en la federación.

Censura

"Me voy porque no se ha hecho más para que me quede. Nadie me dijo nada cuando me clasifiqué", reconoció ayer. A punto de cumplir los 70 años, vivirá esta noche una cita vital. "Ahora hay que ganar. Del segundo no se acuerda nadie", afirmó ayer.

Aragonés se marchará orgulloso. Los números le avalan: ya es el técnico con más triunfos de la historia de España, superando a Javier Clemente. En 53 partidos, suma 12 empates, 4 derrotas y 37 victorias.