La decisión de la Dirección del Hospital Clínico de Veterinario de cerrar las instalaciones en las que los estudiantes realizan sus prácticas ha originado una gran polémica en el seno de la Universidad de Extremadura, hasta el punto de que el propio consejo asesor del centro reconsideró ayer su postura y renunció a la medida anunciada el lunes.

El centro justificó su decisión de cierre alegando que se trataba de una medida de presión para intentar mejorar las actuales condiciones del hospital clínico, en el que, aseguraban, no existen medios personales ni recursos materiales adecuados y necesarios.

El Consejo de Dirección de la Uex mostró ayer su satisfacción por la solución del problema, aunque precisó que medidas como las llevadas a cabo por el Consejo Asesor del Hospital Clínico Veterinario "sólo contribuyen a desprestigiar a la Facultad de Veterinaria" e incidió en que esta situación "genera una alarma social entre los alumnos y sus familias".

En ningún caso, indicó la Uex, el cierre "ha ocasionado ninguna presión en el equipo de dirección", que siempre "ha mostrado un talante de diálogo y colaboración".

REIVINDICACIONES Además, desde la universidad aseguran que cuatro de las cinco reivindicaciones planteadas por la dirección del hospital clínico habían sido atendidas "por considerarlas justas".

También recuerda que el hospital clínico cuenta en la actualidad con "los mejores medios humanos y materiales que ha tenido nunca", por lo que la Universidad de Extremadura asegura que la docencia práctica que reciben los alumnos de la Facultad de Veterinaria es de calidad.