El cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo será el encargado de encabezar el Gobierno provisional de la Iglesia, como cardenal camarlengo, cuando fallezca el Pontífice. Somalo, ayudado por tres asistentes, se encargará de confirmar la muerte del Papa en un complejo ceremonial.

El cardenal camarlengo es responsable de la administración de los bienes y derechos temporales del Vaticano mientras no exista sucesor. Entre sus poderes también figuran el de establecer el tipo de funeral, si el Papa no hubiera dejado instrucciones.

El resto de cardenales sólo se encargan de tomar decisiones relativas a las exequias. Su mayor responsabilidad es, por tanto, elegir al sucesor, en el cónclave que deberá comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del Papa. En él participan 117 cardenales menores de 80 años, de los 183 que componen el colegio cardenalicio.

LOS PAPABLES Según los especialistas en la Curia, varios nombres suenan para suceder a Karol Wojtyla. Uno es Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de 78 años y uno de los hombres fuertes del Vaticano; el arzobispo de Génova Dionigi Tettamanzi, que pese al talante conservador ha dado muestras de acercarse a sectores progresistas.

Otro candidato posible es el arzobispo de Génova, Tarcisio Bertone, un salesiano de 68 años y que ha ocupado puestos relevantes en el Vaticano. También suena el cardenal de Milán, Dionigi Tettamanzi, de 69 años y especialista en bioética, y el presidente de la conferencia episcopal italiana, Camillo Ruini.

En la parte extravaticana, suenan el nigeriano Francis Arinze, de 72 años, y el arzobispo de Viena, Christoph Schoenborn, de 60 años. En América Latina hay varios candidatos, pero el favorito es el arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, de 63 años.