En noviembre del 2003, los entonces presidentes de España y Portugal, José María Aznar y José Manuel Durao Barroso, respectivamente, suscribían un acuerdo en el que marcaban plazos para las conexiones ibéricas de alta velocidad. Fue el tratado de Figueira da Foz.

El documento firmado incluía los enlaces Oporto-Vigo (finalización en el 2009), Lisboa-Madrid (2010), Aveiro-Salamanca (2015) y Faro-Huelva (2018). También se aludía a que la línea Aveiro-Salamanca podría ser de tráfico mixto, y que los tiempos entre Lisboa y Madrid y Oporto y Madrid estarían en las dos horas y 45 minutos.

Aunque Portugal no ha dado oficialmente por ´muerto´ el acuerdo de Figueira, en la práctica es así, puesto que no se cumplirán en modo alguno los plazos marcados.

Por contra, Extremadura sí da por enterrado este tratado, según aseguró hace unos días el director general de Transportes, Angel Caballero, quien señaló que la andadura del AVE extremeño arrancó en enero pasado, cuando se optó por el tipo mixto de alta velocidad. Lo único que se mantendría vigente de aquel acuerdo sería la fecha, al menos de palabra.