Una rotonda se interpuso ayer en la vida de dos chicas de Villanueva de la Serena y de un hombre, Antonio, de 68 años, vecino de Madrigalejo. Las jóvenes se llamaban Cristina y Susana, tenían 21 y 24 años y ambas residían en el barrio villanovense del Pilar. Una de ellas regresaba a casa tras hacer en Cáceres un examen de las oposiciones de la Junta. Son los tres fallecidos en el trágico accidente de tráfico que sufrió un autobús de la empresa Tranex que cubría la línea regular de Cáceres-Villanueva de la Serena. Ocurrió en la conocida glorieta del tomate , en Miajadas, alrededor de las cuatro de la tarde cuando el vehículo volcó en su parte derecha en una cuneta de aproximadamente un metro y medio de profundidad.

En el autobús viajaban 17 personas. Tres de ellas fueron dadas de alta en el lugar, un adolescente de 15 años con contusiones fue trasladado al Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres y otros 11 ingresaron en el Hospital Comarcal de Don Benito aunque no se temía por sus vidas.

Al cierre de esta edición, dos de los heridos habían sido dados de alta; una adolescente de 14 años de Cáceres y un varón de 77 años de Madrigalejo. Pero permanecían ingresados otros nueve; tres de ellos habían sido trasladados a planta por sus heridas mientras que el resto estaban en observación. La información que fue ofrecida por la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, que visitó el hospital; anteriormente lo había hecho el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que acudió inmediatamente al lugar donde se produjo el siniestro, junto con otros consejeros.

EXCESO DE VELOCIDAD Los cuerpos de los fallecidos tuvieron que ser excarcelados del autobús puesto que habían quedado atrapados debajo del vehículo; incluso algunas fuentes afirmaron que una de las víctimas tenía pulso cuando llegaron las asistencias sanitarias, aunque falleció minutos después. Todos fueron trasladados al anatómico forense de Cáceres. El conductor del autobús, de 62 años y con más de 30 años de experiencia, estuvo prestando declaración en la comandancia de la Guardia Civil de Miajadas, desde donde fue trasladado al hospital para ser atendido de contusiones.

Aunque aún no se conocen las causas del siniestro, viajeros del autocar y sus familiares apuntan al exceso de velocidad, sin que se descarten fallos mecánicos. Sara Barriga es la joven de 14 años que fue dada de alta y a su salida del centro de salud explicaba que "iba escuchando música y tampoco me he enterado mucho; ha sido justo en la rotonda cuando me he dado cuenta de que la ha cogido muy rápido y me he quedado mirando como diciendo: ¿y éste dónde va tan rápido?. Luego el autobús se ha empezado a echar para un lado, toda la gente gritando".

No era el único testimonio. Luis Barbero, de Miajadas y hermano de una de las heridas, explicaba a las puertas del hospital que en el lugar de los hechos,"el resto de pasajeros ha contado que ha venido todo el camino muy embalado y que ha entrado en la rotonda muy rápido".

Antonio Reseco, responsable de Tranex, la empresa propietaria del autobús siniestrado, explicó ayer que el accidente se había producido "al coger el autobús la rotonda. El conductor no sabe cómo, pero se ha salido por el lado derecho y ha volcado lateralmente en la cuneta". Reseco añadió que el conductor no habló en ningún momento de que hubiese estado implicado en el percance algún otro vehículo. "Me ha dicho que no se ha dado cuenta de cómo ha sucedido".

El responsable de Tranex aseguró que el autobús tenía las revisiones en regla --debía pasar la próxima a finales del mes próximo. Acerca del conductor, indicó que "estaba bastante afectado, es la primera vez que le ocurre un accidente de este tipo".

Reseco recibió la llamada del conductor a las cuatro y diez de la tarde, y se trasladó de inmediato hasta el lugar del accidente. Con cerca de tres décadas y media de experiencia en el transporte de viajeros por carretera, también él es la primera vez que vive un suceso de este tipo.

El presidente de la Junta de Extremadura, tras visitar a los heridos en el hospital, mostró su tranquilidad porque el estado de los heridos no era grave "esto era lo que más preocupaba porque ya hemos tenido la desgracia de tener tres fallecidos". Por su parte, el alcalde de Villanueva, de donde eran dos de las fallecidas, se mostró muy afectado. Indicó que eran familias muy conocidas y anunció que estaba en contacto con la portavoz del PP en la oposición para adoptar alguna decisión en homenaje a las víctimas.