La primera universidad privada de Extremadura está cada día más cerca. Los dos proyectos que están sobre la mesa desde hace más de un año siguen su tramitación administrativa sin encontrarse grandes obstáculos por el camino, de momento. De hecho, durante el plazo de consulta pública abierto el pasado mes de agosto para recabar las opiniones de ciudadanos y colectivos sociales, apenas se han registrado tres aportaciones: de un particular, de un sindicato y de una empresa privada.

«La opinión del particular refleja su buena acogida a que se instalen en Extremadura universidades privadas. La de la organización sindical pide que se tenga en cuenta la participación de los agentes sindicales en estos proyectos, algo que se está teniendo en cuenta en todo el proceso. La aportación de la empresa alude a cuestiones eminentemente técnicas, sobre consideraciones normativas», explican desde la Consejería de Educación y Empleo.

Los dos proyectos en marcha son la Universidad Internacional Augusta Emérita, promovida por un grupo de docentes de reconocido prestigio que pretende instalar el nuevo campus en la ciudad de Badajoz aunque impartiría formación on line, y un segundo proyecto denominado Universidad Abierta de Europa Extremadura, promovido por la Escuela Europea de Estudios Superiores, que plantea también una formación superior de forma on line.

DE FORMA PARALELA / Ambas iniciativas se están tramitando de forma paralela y han superado ya la fase de consulta pública, ya que para que cualquiera de estas dos universidades privadas se instalen en Extremadura, es necesario desarrollar y aprobar una ley específica para cada una. «De hecho las aportaciones recibidas son para ambas», destaca la administración. Con la petición de sugerencias, la Junta quería recabar la opinión de la sociedad extremeña y de las organizaciones potencialmente afectadas por la futura norma sobre los problemas que se pueden solucionar con las nuevas iniciativas, la necesidad y oportunidad de su aprobación, los objetivos de la norma y las posibles soluciones alternativas regulatorias y no regulatorias. «Todas las aportaciones y opiniones recibidas se tendrán en cuenta en la tramitación y su posterior desarrollo normativo de estos proyectos», aseguran desde la consejería.

La implantación de las iniciativas privadas en la región permitiría aumentar la oferta formativa de enseñanzas universitarias y postuniversitarias así como adaptar las necesidades formativas a los nuevos tiempos, «teniendo en cuenta los cambios que han supuesto las tecnologías de la información y la comunicación en el ámbito educativo». La administración también destaca la «flexibilidad» que porporciona la formación on line que permite que muchas personas con obligaciones laborales o familiares hayan podido retomar su formación por sus múltiples ventajas.

POSIBILIDADES FORMATIVAS / «La comunidad de Extremadura tiene una extensión de 41.602 kilómetros cuadrados, lo que supone casi un 8% del territorio nacional pero una densidad de población muy baja (25,81 habitantes por kilómetro cuadrado) comparándola con la española (84,42). Ello nos obliga a impulsar las posibilidades formativas de nuestros ciudadanos y esforzarnos por atraer a más estudiantes de otras regiones», señala la administración.

En el caso del proyecto de la Universidad Internacional Augusta Emérita, la consejería subraya en el documento de consulta pública que está impulsada por «promotores de reconocido prestigio que ayudarán a impulsar el desarrollo de Extremadura comprometidos académica y éticamente».

Una vez concluido el plazo de consulta pública, ahora debe pronunciarse el Gabinete Jurídico de la Junta. Posteriormente, ambas iniciativas pasarán por el Consejo de Gobierno antes de iniciar su tramitación parlamentaria en la Asamblea como dos proyectos de ley diferentes. Será el Parlamento regional el que determinará si ambas iniciativas llegan a convertirse en una realidad.