"La comarca de Villuercas, Ibores y Jara se constituye como unidad geográfica en torno a una serie de elementos físicos, económicos y culturales que la delimitan perfectamente y que le permiten adquirir un grado de homogeneidad bastante importante". En total, algo más de 15.00 habitantes viviendo en 19 municipios, una entidad local menor y seis pedanías.

Económicamente, la comarca tiene un fuerte componente agroganadero, "que presenta problemas de sostenibilidad, pero también se están poniendo en marcha actividades que representan claras oportunidades de futuro". Especial trascendencia se da, por un lado, a la diversificación de las producciones agropecuarias y a la apuesta por la calidad en productos como el queso, la miel, el vino o el cordero. Por otro, al desarrollo del turismo rural y religioso. El informe también alude a la carencia de infraestructuras, que están "por debajo de la media nacional, regional e incluso provincial".

A la hora de evaluar la sostenibilidad social de esta comarca, se indica que esta se puede poner en peligro por el despoblamiento y abandono de los municipios, el envejecimiento dentro del sector agrario, la insuficiente oferta de empleo, la emigración, las carencias industriales, la poca oferta de ocio y tiempo libre, y la falta de espíritu empresarial y de motivación para la formación en todos los sectores productivos. Por contra, "el desarrollo empresarial basado en la calidad de los productos endógenos y las denominaciones de origen pueden fomentar la identidad territorial y la participación pública", apunta el informe

Por último, en lo que atañe al medioambiente, se resalta la riqueza del patrimonio natural e histórico de la comarca, a la vez que su buen estado de conservación, por lo que "el aprovechamiento sostenible de estos recursos es una potencialidad que puede contribuir al desarrollo de la comarca". Además, todos los municipios tienen un servicio de recogida de residuos sólidos urbanos para su posterior traslado a un centro de tratamiento.